viernes, 7 de junio de 2013

Cosas de no-maguels. Reflexiones perdiendo la cordura... o no.

Abro los ojos. Ya estamos en Salamanca. Tengo los pies helados y el cuello tieso de dormir en la furgoneta de la Uni después del largo día botánico por Sierra de Gata, viendo plantitas bajo un aire que congelaría los cascabeles al mismo demonio (como diría mi querido Panta). Veo que enfilamos la calle de Filiberto y decido pedirle a Quique que me deje allí mismo.

Con la caraja no me he dado cuenta de que me podía haber bajado una manzana más cerca de mi casa. Bueno, al menos me doy un paseo y entro en calor. Por algo me habrá pedido mi cuerpo bajarme allí. Estoy reventada y helada, y no puedo pensar mucho.

Cruzo la calle y en el parque de San Francisco veo a dos muchachos agachados (rastas rojas ellas, cresta rizada y barbilampiño él, como de primero de carrera), y en medio, un pollito saltando. Capto su conversación al acercarme:

-... pues no mola cuidar un pájaro en fiestas.
-¿Conoces algún biólogo?
Veo que es un pollito de carbonero que pía sin parar y que se le están subiendo encima las hormigas. 
-Yo soy bióloga.
Cojo el pollito y veo que ya tiene prácticamente todas las plumas de vuelo. Intento lanzarlo al cedro del que parece que se ha caído mientras sus padres me revolotean alrededor. El pollito planea pero no llega a las ramas más bajas y yo no quiero lanzarlo con más fuerza, así que decido dejarlo en un seto de aligustre, donde sus padres, con tranquilidad, le ayudarán a volver al árbol cuando se pueda. Sobre mi mente resuenan los ecos del traumático incidente zaragozano de "apartaos, soy bióloga" y me alegro de que no se haya vuelto a repetir.

Nos despedimos y cuando bajo mi calle, el chico vuelve. 

-¿Tienes exámenes? Este finde son las fiestas de mi pueblo. Si quieres llámame y te vienes, que las buenas acciones hay que recompensarlas. 

Me invita a las fiestas de Cabrerizos, cerca de Salamanca, e intercambiamos móviles, más por educación que porque tuviera intención de ir a las fiestas con un par de desconocidos que me dicen que van a montar una rave
 

Canción que se me viene a la cabeza al escuchar la palabra rave


Mientras camino hacia mi casa, pienso en que si no me hubiera bajado por impulso del coche, no habría salvado ese pollito, no habría conocido a este par de chicos y no habría subido las escaleras con una sonrisa tonta a pesar del cansancio mortal y el frío maldito en los huesos.

Y no es la primera vez que me ocurre... es para pensarlo... Mi abuela siempre ha dicho que ella era bruja, y mi madre sospechaba que yo había heredado algo de eso. Claro, ahora ya no se le llama magia, sino intuición, que queda más molón. 


Pero es verdad que, si miro hacia atrás, a esos momentos que en un principio parecen malos, luego resulta que han propiciado que ocurrieran otras cosas. Y cuando ha habido veces que tenía que tomar una decisión aparentemente inocua, cuando me dejo llevar por la intuición siempre he acertado. 

Una de las cosas peores, que me hizo entrar en una depresión que luego me costó algunos años sacudirme, fue suspender las matemáticas de segundo de Bachillerato. Cualquiera que lo lea pensará que es una exageración. Pero en ese momento se rompieron todos los esquemas de mi vida. Yo tenía pensado entrar en medicina, irme a África, ser como el Dr. Carter de Urgencias y curar todas las enfermedades del mundo... quien ha tenido un sueño, sabe lo que se sufre cuando se estrella en mil pedazos.

En ese momento parecía que ya nada tenía sentido, para qué seguir estudiando, para qué intentar hacer la selectividad en septiembre, si ya no entraría en Medicina... Ese verano, que estuve de la cama al sofá, y del sofá a la cama, mientras estudiaba desganada las matrices, integrales y demás, la Marimuy tuvo la ocurrencia de poner vídeos caseros, de cuando yo tenía apenas 3 o 4 años. En ese momento se me encendió una luz en alguna parte del fondo y comencé a darme cuenta que, desde muy, muy pequeña, yo había sido bióloga en esencia. Tuve mis primeros prismáticos a los 7 años, y a los 10 ya trasteaba con la Peterson, la guía de aves de España y Europa. A los 13 casi me la sabía de memoria... 

Si al acabar el bachillerato pensaba que quería ser médica, estaba equivocada. Había sido efecto de la presión de grupo (en mi clase, un tercio de los alumnos quería hacer medicina... me contagié, sí, también soy humana). Me di cuenta de que, cuando miraba al futuro, me veía estudiando medicina... y mirando por la ventana con mucha pena por no poder salir al campo a ver pájaros. Esa fue la clave.

Si no hubiera suspendido aquellas matemáticas, nada me habría impedido matricularme en Medicina; hay que añadir que fue un suspenso injusto, luego en septiembre saqué un 8 en el examen de instituto y un 9,5 en el de selectividad: yo sí sabía matemáticas, era el profe el que no sabía corregir. Y sin esa injusticia, habría estado penando hasta que me hubiera dado cuenta de cuál era mi lugar.

Como esto, puede decirse que si no hubiera caído enferma, no habría aprendido a cocinar, no tendría los amigos y amigas que tengo en internet gracias a esto, no habría ido a la tele a cocinar, no comería tan sano... 

Si no me hubiera puesto a morir en febrero y hubiera tenido que irme a casa a curarme, mi madre no me habría tenido que llevar al médico aquel día a aquellas horas, no habríamos vuelto por aquel sitio, y no nos habríamos encontrado al Nermalillo, que ahora estaría criando malvas, o lo que críen los gatitos muertos. 

Si aquella mañana no me hubiera "equivocado" de camino, no me habría encontrado al gatito de Schrödinger en medio de la calle. 

Si yo no tuviera la alta sensibilidad a sonidos (que me martiriza normalmente), aquella noche de verano no habría escuchado unas patitas picudas correteando por el suelo, y no habría podido descubrir el alacrán que se paseaba por el suelo de mi habitación. 



¿Queréis más ejemplos?
No soy especial, aunque algunos
sospechan que en realidad soy una elfa.
Sabiendo que vivo en Lothlórien,
no es muy difícil de adivinar...

Yo no soy especial. Seguro que todos podemos encontrar ejemplos como estos; sólo hay que mirar las cosas con otro cristal.

Por eso pienso que, por muy malo que parezca, las cosas siempre ocurren por alguna razón: sólo tenemos que descubrirla. 

¡Busquemos siempre el lado bueno! Si no es con alegría, la vida es un aburrimiento... y sólo tenemos una. 

Tenemos la vida llena de colores. Sólo hay que abrir los ojos para verlos. ¡Disfrutad!

jueves, 6 de junio de 2013

Desesperaciones de una histaminósica VII - Acabando un nuevo curso. Actualización.

Bueno, la anterior entrada de este tipo fue como quien dice a principios de curso (en noviembre). Y desde entonces mucha gente me ha pedido que contara cómo van las cosas. 

Lo cierto es que no he tenido mucho tiempo, y cuando lo tenía estaba bastante desganada y no me apetecía ponerme a escribir. 

A ver, después de Navidad hice un pan de molde y tuve una gripe, o una faringitis muy gorda, no está claro. Yo como no puedo tomar antibióticos, pues estuve en casa más de un mes y medio recuperándome, porque a punto estuve de que me ingresaran y la otra opción era que me pincharan y luego estuviera convaleciente por los efectos secundarios de los antibióticos. Lo pasé mal, perdí clase de dos asignaturas completas del máster (de una de ellas tengo que presentar ahora un trabajo y estoy más perdía que un pulpo en un garaje) y a punto estuve de pensar que tendría que abandonar. Pero me recuperé y volví a Salamanca. Y de rebote entraron dos gatos nuevos en casa.

Aprovechamos el viaje a jerez para pasar por
San Lúcar y visitar a tita Regli, prima de mi
abuela. Casi me da un patatús cuando la vi:
era idéntica a ella...
Estuve en Jerez a ver a Lizaso en Febrero. Me repitió los prick test y para nuestra sorpresa, dos de los tres grupos de alimentos que me habían dado positivo en verano ya no me daban reacción. Así que me ha mandado reintroducir astaráceas (lechugas, girasol), leguminosas (legumbres) y seguir reintroduciendo cereales. Además, como nunca me ha dado positivo a las proteínas y los componentes de la leche, ni intolerancia a la lactosa ni a otros azúcares, pues me ha dicho que también lo intente con las leches. La secuencia, de menos alergénico a más, es leche de cabra, de oveja y por último de vaca, y en contenido de histamina, de fresco a curado. Por lo tanto he empezado por el queso fresco de cabra, que me sienta fenomenal, incluso me equilibra el intestino, hasta ahora es el único alimento que me estriñe. Ni el arroz, ni el té, ni nada de lo que se supone que retiene tiene ese efecto en mí. También he intentado el queso de oveja, que al no haber fresco, pues he probado el curado. Así el problema es que no sé si me sienta mal por ser curado o por ser de oveja... no está claro.


Prick test de Febrero de 2013
Prick test de Julio 2012
La pauta de introducción es de un alimento nuevo a la semana, siempre que esté bien; si estoy con una crisis, tengo que esperar a que se me pase, para poder tener clara la reacción de mi cuerpo. He seguido probando el trigo: en forma de pasta me sienta bien, pero el pan no. Tengo que probar a hacérmelo en casa para controlar todos los ingredientes. 

Para el queso, primero probé un tercio de queso fresco una vez cada tres semanas, y esto lo hice tres veces. Entre medias he probado la quinoa, que me sienta bien (no forma parte de los alimentos prohibidos, porque es una Chenopodiácea, pero no sabía si me sentaba bien), y el trigo nuevamente. Luego, viendo lo bien que me sentaba el queso, lo aumenté a una vez a la semana. Ahora lo tomo con frecuencia, no todos los días, pero cuando lo compro, lo tomo varios días seguidos hasta que se acaba. Y no me da problemas. La semana pasada descubrí el rulo de cabra; mismos ingredientes, pero un poco más curado. También me sienta bien, y me ayuda a variar la dieta. 

Aunque me ha dicho que no tome fruta todos los días para no sensibilizarme, noto que estoy más alicaída cuando no tomo zumo de naranja, así que un día sí y uno no me tomo uno o dos vasos. He empezado a tomar productos que en su composición tienen lecitina de soja o de girasol, sin ningún problema, e incluso un helado de soja del mercadona. 

Me quedan por delante varios meses de pruebas, ensayo y error, como si fuera yo mi propia conejilla de indias. Ahora que estoy de prácticas he dejado de probar cosas nuevas. Cuando acabe el Máster volveré a intentar algo más.


Aquí la primavera aún no termina de llegar, por lo que estoy muy bien de la alergia ambiental. Cuando bajo a mi casa, a Badajoz, lo noto muchísimo, me pongo fatal y tengo que tirar de antihistamínico, que me deja tonta. Intento tomármelo sólo cada dos o tres días, pero a veces es imposible; me quedo lenta, la cabeza no me da para mucho y me paso todo el día durmiéndome por los rincones. 

El cansancio de final de curso se nota. Estamos de prácticas de campo: todas las semanas se sale dos o tres veces. Esta semana he tenido una migraña leve, sin vómitos, pero que me ha tenido fastidiada tres días. En cierta manera es normal: mi cuerpo va llenándose de la histamina primaveral, y en cuanto hago algún exceso, el vaso se desborda.

Sigo desmayándome con la misma frecuencia: es el único síntoma que ha permanecido invariable estos tres años de tratamiento. Ya me han visto este curso un neurólogo, un neurofisiólogo y dos cardiólogos diferentes, que me han hecho un electroencefalograma completo, un electrocardiograma, una ergometría (prueba de esfuerzo) y un Holter. Ha salido todo normal. En la ergometría creía que me tendrían corriendo hasta que me desmayara, pero la ley de Murfy no me lo permitió: llegué a los 190 pulsaciones y me mandaron bajarme de la cinta. Y no tuve ningún problema con la tensión. Con lo normal que es para mí después de un pequeño esfuerzo tener bradicardia y un bajón (hasta subiendo una escalera, como me pasó el otro día en clase).


El cansancio de las salidas de campo tiene efectos clarísimos. Después de cada una suelo estar la tarde o la noche con na crisis. Están aumentando las neuralgias y las diarreas, y las cefaleas, que hacía muchísimo tiempo que no tenía (antes de la dieta eran diarias). Cuando fuimos a Menorca, tuve que pagar mi tributo tras el día de viaje de ida, y el de vuelta. 


Mayo y Junio, más de 25 días en el campo. Y aún falta Gredos...

Me queda una semana de prácticas, y dos meses en Salamanca. El balance es positivo: empecé el curso con la incertidumbre de si podría acabarlo o tendría que tirar la toalla, y mi cuerpo ha aguantado.

Me va a dar mucha pena irme de aquí. Mis amigos, el ambiente, la universidad, la independencia y la comodidad de vivir sola, todo eso lo voy a echar de menos. Esta ciudad es muy acogedora, y se vive bien aquí.

He buscado como una loca becas para intentar hacer el doctorado aquí, o alguna cosa que me permitiera empezarlo, pero es casi imposible. Hay mucha gente, con expedientes muy brillantes, y muy pocas becas, y además, están retrasándolas todo lo que pueden, por lo que muy probablemente no tenga oportunidad de continuar haciendo un doctorado en vertebrados. Esta incertidumbre, mayor que la del año pasado, también pasa factura. El año pasado tenía la opción de intentar hacer el Máster. Este año, se me han acabado las opciones. Estoy pendiente de la resolución de una beca de 6 meses en Paraguay, con Procosara, investigando en un Parque de la Selva Altántica, San Rafael, donde a lo mejor podría empezar una investigación hasta que salieran las convocatorias de las becas de doctorado. Pero estamos en las mismas. Hay mucha competencia. 

Lo de Paraguay ha sido un flechazo. Cuando el profesor Peris presentó la beca en clase, sentí que era para eso para lo que me había estado preparando todos estos años. La histaminosis sería un problema, es verdad, pero también es cierto que me encuentro mucho mejor, más fuerte, y parece que esto se está curando; además, sólo serían seis meses. Si la consiguiera, me sentiría realizada por mucho tiempo. 

En verano me toca otra vez revisión con Lizaso, así que ya veremos, si me conceden la beca, y si el médico me da permiso para ir al extranjero. ¡Deseadme suerte! 

martes, 4 de junio de 2013

Cumpleblog de La Maldición de la Curdura: ¡seis añitos con vosotr@s!

Bueno, es la primera vez que voy a celebrar el cumpleblog, y como me pilló de sorpresa, realmente estamos en el sexto año y un mes, ya que puse un evento en el grupo de recetas para celiacos que durase un mes para que la gente pudiera participar. 

Las chicas del maravilloso grupo de 500.000 recetas para celiacos han participado haciendo versiones de mis recetas. Ya que se caracterizan por la facilidad de intercambiar ingredientes, les pedí que, si querían, les hicieran algún tuneo. Y aquí os las presento :)

Yoli Domínguez ha hecho el Bizcocho de Manzana. Dice que queda superjugoso y que lo mejor, es que a su niño le encanta. Sustituyó el almidón dulce por agrio (dice que no se nota nada el cambio) y que usó azúcar moreno. ¡Qué pintaza tiene!


Begoña Herrero también hizo el bizcocho de Manzana y Vainilla, utilizando azúcar moreno. En el momento de mandarme la foto aún estaba esperando a que se enfriara para probarlo... ¡con esa pinta tenía que estar de muerte!


Cristina Vega hizo la cookies de chocolate. Cuenta que a sus peques les han encantado. Dice que como no tenía harina de arroz suficiente, que añadió a ojímetro un poco de maicena y de mandioca. ¡Tienen una pinta irresistible!


Pikerita me manda la foto del pan genuinamente Cota-K. Recuerdo que lo hizo al día siguiente de poner yo la receta y me dio una alegría impresionante. Sustituyó la leche vegetal por leche de vaca. ¡Gracias, Pike!



Pilar Sánchez siguió al pie de la letra la receta de las Crackers Refinitivas y le salieron estupendamente. Les han encantado.



Ana Ramírez se decantó por la  otra receta de Crackers de harina de arroz y les gustaron tanto que sólo le quedaron estas para hacer la foto. Usó 50g harina de arroz integral, decoró con orégano en vez de con sésamo y no pintó con aceite antes de hornear, pero le han quedado estupendos.




Ha sido un placer compartir estos seis años en la blogosfera, y estos dos años y medio de recetas (dónde quedará ahora ese primer bizcocho de harina de arroz y chocolate...), de emailes sobre histaminosis, o sobre trucos de cocina, y tantos y tan buenos amigos que he hecho a lo largo de estos años.

Por eso, os agradezco de todo corazón vuestras aportaciones, vuestro cariño y vuestra amistad. El mundo aún puede ser maravilloso.

domingo, 2 de junio de 2013

Mañana de inspiración culinaria - crepes de harina de arroz y mandioca

Me despierto con el sol sobre los párpados. Me quedo un poco en la cama, disfrutando de esa sensación de flotar entre las sábanas que te da el saber que no tienes que salir a ninguna parte.

Cuando me levanto, me enfrento a la cruda realidad: no tengo nada para desayunar. Abro el mueble, contrariada, pensando en que se estaba estropeando el día. Sólo tengo harina... y no me apetece poner el horno, yo tengo hambre ¡AHORA!

Espera... ¿y algo en la sartén? Sí, es más rápido... Mmm... ¿crepes? ¿Te atreves? Hace tres años que andas intentándolo de vez en cuando, y siempre son fracasos... Si hasta te salían mal las gluteneras, con la premezcla del mercadona y las proporciones exactas... Pero... tengo una vitro nueva... ¿qué puedo perder? 

Con los ojos legañosos aún, enciendo el ordenata y mientras, voy sacando las harinas que tengo. Googleo "crepes de harina de arroz" para tener una guía al menos, y pico en los dos primeros resultados, que resultan ser Zuzi Pinilla y Bruno Oteiza.

Las leo y me asusta lo que dice Bruno: dejar la masa reposar al menos una hora... luego veo que Zuzi no lo hace, y decido saltarme ese paso. A medida que voy añadiendo ingredientes voy tuneando, sin saber muy bien cómo va a salir. 

Cuando veo lo bien que salen, asombrada e incrédula a partes iguales, corro a apuntar los ingredientes en el primer sitio que encuentro, que resulta ser una etiqueta del decathlón...

Y ¡voilá!, mezcla de esas dos recetas y de mi inspiración, aquí tenéis el delicioso resultado de esta mañana inspirada completamente improvisada.


Ingredientes
  • 100g de harina de arroz
  • 20g de almidón de mandioca (lo he hecho con agrio, pero puede usarse cualquiera)
  • 3/4 de cucharadita de sal
  • 1 cucharadita de azúcar
  • 2 cucharaditas de azúcar avainillado
  • 1 cucharada sopera de aceite de oliva virgen extra.
  • 120 ml de leche si las queréis gruesas tipo panqueques (150-160ml si querés más bien crepes finas y enrollables)
  • 1 huevo. 

Preparación:
  1. Mezclarlo todo en un bol con una varilla hasta que no queden grumos. 
  2. En una sartén buena, antiadherente (yo usé una de 10cm, que es más fácil darles ahí la vuelta) echar un poco de aceite (Bruno dice que lo pulverices, así que imagina qué poquito es). 
  3. Cuando empiece a humear, con un cazo, vierte la masa. A los pocos minutos se despegará sola de la sartén; es cuando tienes que darle la vuelta.
  4. Sacarla en un plato, volver a echar aceite si no queda y repetir la operación, removiendo la mezcla siempre antes de coger el cazo de masa (porque se va decantando).
  5. Si ha quedado demasiado gruesa, añade un poquito de agua o leche a la mezcla para que sea más líquida. 
 Nota: en una sartén grande será más difícil darles la vuelta, pero creo que esta masa queda tan bien, que no será más difícil que las gluteneras. 


Y tenéis un desayuno o merienda, o cena, de rechupete. No saben a tortilla, no se rompen, si las haces lo suficientemente finas, puedes enrollarlas... ¡Son perfectas!

No hay mejor manera de empezar una mañana de domingo. ¡Pasadlo bien!
 

viernes, 24 de mayo de 2013

Desayunado en el porche con mi gatito preferido

Menuda tupa de kilómetros me estoy dando estas semanas. Ocho días en Menorca, dos en Arribes del Duero, ahora en Badajoz, mañana en Córdoba, la semana viene en Ávila, la siguiente en Gredos... Esto es un no parar. Espero que mi cuerpo aguante todo este trote y pueda disfrutarlo como se merece.

Ahora mismo estoy disfrutando de un día de descanso merecido con mi querido Nermal encima, que está jugueteando con todo y queriendo robarme las galletas especiadas (deliciosas, ya os pondré a receta), mientras escucho la charla de dos oropéndolas, urracas, estorninos, currucas, verdecillos, alcaudones...

domingo, 19 de mayo de 2013

Último día en Menorca

 Hoy ha sido el último día en Menorca. 

Como ha amanecido bueno, hemos decidido ir con los coches hasta la bahía de Fornells para visitar en kayak algunos islotes en los que viven poblaciones de diferentes subespecies de Podarcis lilfordi.

Carlosi era mi pareja de kayak. Como ambos somos un poco disléxicos, al principio nos costó un poco mantenernos rectos, pero finalmente le cogimos el truquillo. cuando los 25 estuvimos montados en los kayaks, nos dirigimos a una cala al otro lado de la bahía. Allí hicimos un poco de snorkel y descansamos un poco. Pero mientras estábamos en el agua, se nubló y empezó a hacer frío. Algunos nos quedamos helados al no podernos secar, y volvimos a coger el kayak para entrar en calor y visitar el islote Sargantanas, que en menorquín significa lagartija. 

Allí encontramos una cabra entre las ruinas del fuerte inglés. Había grietas y agujeros escondidos entre la hierba y los cardos, que crecían bien altos. 

Dentro del fuerte, Valentín pescó varios ejemplares de esta Podarcis tan turquesa (Podarcis lilfordi, subespecie sargantana). Fijaros que es la misma especie que la de la isla del aire, y no tiene nada que ver en coloración. Los puntos negros se interpretan como una tendencia al melanismo. El tamaño es un poco menor que las lilfordi sensu stricto, pero molecularmente no hay duda de que son la misma especie. Estos fenómenos de especiación se llaman evolución ultrarrápida, porque en poco tiempo de aislamiento se han diferenciado morfológicamente una barbaridad, y con un poco más de tiempo, terminarán siendo especies diferentes.




Tras ver estas lagartijas tan interesantes, cogimos los kayaks de vuelta a Fornells. 

Comimos rápidamente mientras cerrábamos las maletas y nos fuimos corriendo al aeropuerto, total, para descubrir que nos habían retrasado el vuelo. Nos tiramos en el suelo de facturación a terminar de pasar datos (¡como los locos!). Empezaron a bailar las horas en el panel y decidimos pasar el control por si acaso, pero no había un alma, estaba todo vacío. Después, el cachondepo de ver qué se les había pasado a los vigilantes, varias botellas de agua, un tenedor, varios botes de crema solar... el caso es que parece que si no sabes tú que lo llevas, no lo ven.

Nos tumbamos en la sala de embarque a jugar a las cartas y se nos acerca la señora del mostrador a decirnos que había overbooking. Otra vez. Que estaba buscando tres voluntarios que quisieran dormir esa noche en Menorca y volar al día siguiente por 250€. Cuando dijimos que no, que teníamos que llegar esa misma noche a Salamanca porque había clase, dijo:"bueno, como queráis, ya veo que sois ricos"... no coments... ¬¬

Por fin, a las 22:50 nos dejaron embarcar, con más de una hora y media de retraso.

¡Se había acabado! 

sábado, 18 de mayo de 2013

"Turismo" por Menorca

Hoy había mucho viento, así que hemos decidido alquilar unos coches y Valentín nos ha hecho una ruta por la isla. 

Primero visitamos un talayot, una naveta funeraria de la cultura gimnésica. Estaba cerrado, así que saltamos el murete y entramos en la finca, pero no se lo digáis a nadie...

Luego nos dirigimos a Líthica, una canteras de piedra cálida que se explotan desde época romana. En ellas, además de ver las impresionantes paredes cortadas  a pico, se encuentra la única población europea de Scelarcis perspicillata, la llamada Sargantana mora, lagartija de Marruecos o lagartija de anteojos. Como estaba nublado, no vimos ni una. 



A medio día fuimos a Ciudadela, al este de la isla, para comer. Yo llevaba mi taper de arroz con pollo, y todos cogieron bocadillos o pizzas ara llevar, así que nos quedamos en un parque junto al puerto. Luego Valentín nos invitó a un helado (bueno, a quienes podían tomarlo...) 


 Tras dar una vuelta por las tiendecitas de recuerdos, salió el sol y decidimos volver a la cantera a ver si habían salido las lagartijas. Vimos varios ejemplares que cogimos para verlas de cerca y ver las líneas y los dibujos qué la caracterizan, y poder verla en mano. Es una lagartija bastante más pequeña qué la Podarcis de la isla del Aire. Además es platicéfala, lo que indica qué es de hábitos fisurícolas, y tiene una ventana en el párpado por el que se ve el ojo cuando lo cierra (de ahí el nombre específico de perspicillata). 


Scelarcis perspicillata, lagartija de anteojos o sargantana mora.

Después de eso subimos al monte Toro, la mayor elevación de la isla, desde la qué se veía una buena panorámica de todo el lado norte de la isla de Menorca, la bahía de Fornells, los islotes y el mar Mediterráneo al atardecer. Un final precioso para el día.
Vistas de la bahía de Fornells desde el monte Toro (358 msnm)

viernes, 17 de mayo de 2013

En la isla del Aire III


Hoy ha amanecido con una buena tormenta, pero a media mañana ha escampado y hemos ido a la isla del Aire para seguir con los experimentos etológicos. 

La isla del Aire, al fondo.

Hemos visto que las lagartijas prefieren en general ir a comer donde hay ya conespecíficos pioneros que hubieran descubierto primero las manzanas, aunque en la otra no hubiera competencia. No van donde hay comida, sino donde se ve que hay otras comiendo que han asumido los riesgos antes. 

Una lagartija del experimento con manzanas, marcada como P4
Por la tarde se ha quedado una temperatura y un sol bastante apañado, por lo que hemos ido a la isla del Rey, en el puerto de Mahón, a ver otras poblaciones de lagartijas de la misma especie pero que tienen una coloración completamente distinta. Son de la subespecie Podarcis lilfordi ssp balearica, que son verdosas y parda con motitas.

La isla del Rey, en el puerto de Mahón.

En la isla del Rey no vive nadie, pero hay un antiguo hospital militar británico, de hace 250 años, la época en la que era de los ingleses. Era lo que se llamaba un "hospital de sangre", es decir, para heridos de guerra. Cuando la isla volvió a manos españolas aquellas instalaciones se abandonaron. El año pasado una asociación decidió restaurarlo, limpiando la isla y entre otras cosas, desbrozarla, lo que suponía eliminar la vegetación autóctona que se estaba recuperando. Ahora hay jardines bastante cuidados y muchas especies de malas hierbas (nitrófilas, típicas de medios alterados). 

Allí la lagartija vive en los muros del antiguo hospital, de donde la cazábamos con una caña para poderlas examinar de cerca.
Mañana es el penúltimo día de la aventura, y el tiempo empeora, con viento de fuerza 7, por lo que no vamos a poder hacer mucho. Esto se está acabando...

jueves, 16 de mayo de 2013

Hoy nos quedamos en Menorca

Hoy nos quedamos en Menorca porque están cayendo chuzos de punta. Esta mañana no parecía que fuera a estar tan mal y nos embarcamos hacia la isla del Aire, pero en el camino empezó a llover con fuerza, las gotas empezaron a doler sobre la cara y los pantalones empezaron a chorrear. Nos empapamos con las olas pero el viaje estuvo divertido.

 Por la tarde se abrió un poco y decidimos salir a dar una vuelta por los alrededores. 


Nos acercamos a la cala Rafalet, que estaba cerca, un poco al norte de S'Algar, y buscamos la manera de bajar, pero no encontramos el camino que llegaba hasta abajo del acantilado. Aun así, disfrutamos de las vistas desde lo alto. 


Cala Rafalet, S'Algar, Mernorca



miércoles, 15 de mayo de 2013

En la isla del Aire II

Y seguimos con las lagartijas. Hoy nos hemos despertado con un poco de viento, por lo que hemos salido de otra cala cercana donde no se movía tanto el mar.


 
Viajamos a la Isla del Aire en dos embarcaciones, una zodiac y un barco de buceo, porque somos un montón. 

Esta mañana, como estaba tan nublado ha habido poca actividad, ya que las bichillas estaban bastante frías. Las veíamos subirse a nuestras mochilas negras y a cualquier superficie de ese color para subir su temperatura. En una de estas, al abrir la mochila en busca de la cámara, encontré a un macho dentro de mi paquete de galletas, tan feliz. Calentito y con comida, ¿qué más iba a pedir? 


Hicimos más experimentos de ataques a lagartijas marcadas, en los que nos acercábamos a las que encontrábamos marcadas y anotábamos la distancia a la que nos dejaban aproximarnos y la qué recorrían antes de esconderse.






A mediodía ha empezado a llover. Nos hemos puesto los chubasqueros, hemos recogido y para terminar de medir las últimas nos hemos metido en una pequeña cueva que formaban las rocas, esperando instrucciones. Al final han llamado a los barcos y nos hemos vuelto a las tres de la tarde.


martes, 14 de mayo de 2013

En la Isla del Aire

Semana de prácticas en Menorca haciendo experimentos de comportamiento animal con lagartijas (Podarcis lilfordi). 

Todos los días salimos de Menorca en zodiac y nos vamos a la Isla del Aire, un cacho de islote de islote de 70 hectáreas dónde no hay más qué un faro y una caseta donde están los anilladores de aves. Ni hay árboles. Allí hay una población de Podarcis lilfordi ssp lilfordi, una lagartija endémica de Mallorca y Menorca que estudia nuestro profe Valen y sus doctorandos.


Por grupos, nos repartimos por la isla y pusimos cubos con fruta dentro como trampas de caída para marcarlas y medirlas. Mi grupo lo formábamos David, Thais, Viky y yo. Nos tocó la península occidental, un erial de rocas calizas con pozas y picachos por todas partes. Era la zona con menor densidad de lagartijas de la isla, pero aun así, nuestra media de lagartijas marcadas fue similar a la de los demás grupos.



Hoy me he escapado un ratito y me he ido con uno de los ornitólogos a buscar pollitos de gaviota reidora. ¡Son tan monos! Son suaves y blanditos, y se esconden perfectamente entre las rocas escarpadas dónde está mi grupo. Las gaviotas adultas nos vuelan rasando cuando nos acercamos a los nidos o pasamos cerca. A alguno ya le han dado con las patas en la cabeza...



¡Cómo mola este máster! Hemos tenido buen tiempo estos días, solecito y brisa, pero mañana empeora el tiempo. A ver si la lluvia nos va a borrar las marcas de rotulador de las lagartijas y nos fastidia los experimentos...
Seguiré contándoos más cosas mañana si el mar está muy picado y no podemos salir. 

Pollito de gaviota patiamarilla (Larus michahellis)

domingo, 5 de mayo de 2013

Buñuelos de pescado y gambas (receta sevillana) - Recetas sin gluten, sin huevo, sin maíz, sin lácteos

Por el día de la madre, os traigo una receta de mi abuela y que luego ha hecho mucho mi madre. 

Llevaba ya varios meses con antojo de buñuelos, desde que estuve en San Lúcar con la tita Regli y los vi comerse una tortillitas de camarones que sólo tenían camarones...


Y eso me llevó a recordar los buñuelos de bacalao que hacía mi madre, ya que las tortillitas de camarones se hacen con harina de garbanzo y yo aún no puedo tomarla.
El viernes fui a la pescadería a última hora y lo único que tenían era dorada, así que la compré. Luego llamé a mi madre y le pregunté por la receta de mi abuela Celina. Llegamos a la conclusión de que iban a ser unos buñuelos un poco pijos... pero la dorada me había gustado cuando la probé en Navidad, y como me cuesta mucho comer pescado... 

El caso es que me han quedado unos buñuelos de muerte, con sabor casero, como si los hubiera hecho mi madre... En fin, os dejo la receta de mi abuela.

Ingredientes:
  • -Pescado blanco
  • -Una cebollita fresca
  • -Un puñado de gambas peladas
  • -Harina de arroz
  • -Cúrcuma (o colorante alimentario)
  • -Perejil
  • -Una puntita de nuez moscada
  • -Sal
  • -Agua templada
  • -1 sobre de levadura royal o similar
  • -Aceite abundante (para freír)


Elaboración:
  1. Picar la cebolla y echarla en un bol
  2. Desmenuzar el pescado (en crudo) y partir las gambas en trocitos
  3. Condimentar: sal, perejil, nuez moscada, cúrcuma (para darle color) y el sobre de levadura. 
  4. Empezar a añadir harina. Cuando se quede seco, añadir un chorrito de agua templada y seguir mezclando. Seguir añadiendo alternativamente harina y agua hasta que quede una pasta bastante sólida, que al cogerla con la cuchara no se resbale.
  5. Dejar reposar un ratito. 
  6. Freír en abundante aceite de oliva hasta que se doren. 
  7. Sacar en una fuente con un papel de cocina para que escurran.
Están deliciosos tanto recién hechos y crujientitos, como en frío al día siguiente. Y sobre todo si los acompañáis con un alioli casero. ¡Espero que os hayan gustado!


¿Gustáis?


viernes, 3 de mayo de 2013

Diario de una histaminósica perdía. Sigue siendo un problema comer fuera.

He ido a un bar con mi gran amigo Víctor Sordo, que actuaba en Salamanca, y yo llevaba, como siempre, mi taper.

Con mi gran amigo, el tenor Víctor Sordo.

Hablo con el camarero jefe. Me da permiso para comerlo. Bien.
Me preguntan que si me lo calentaban. Bien. 
Le he dicho al camarero: "soy alérgica, que no toque nada más que el plato limpio, sólo el plato". Me dice que sin problemas. Bien.

Llega el plato. Sobre mi farofa de mandioca veo dos rebanadas de pan.
...
 
Casi me da un patatús.

He puesto una hoja de reclamaciones y les he pedido que me pagaran mi cena, que habían estropeado y tirado. 
La camarera se quejaba de que no era culpa suya, que a ella no se lo había dicho. claro, yo había hablado con el camarero jefe, que también estaba atendiendo mi mesa. ¿Es que ahora tengo yo que hacer una breefing con todos los camareros de un bar para informarles y darles un cursillo avanzado de manipulación de mi taper?

La encargada, esposa del camarero, muy parecida a Prilla  (de la serie TBBT) me ha pedido disculpas. Han intentado convencerme de que la culpa no era suya, pero no había por dónde cogerlo. Tuve que pedir varias veces la hoja de reclamaciones, aunque luego me han devuelto el importe de mi cena.

Y he pasado más hambre que un tonto.

Las buenas intenciones no llenan el estómago. 

PD: por cierto, esto ocurrió en el Bar Mármara, en Salamanca. Una especie de kebab venido a más. No recomiendo que entréis. Ni siquiera sabían qué pasaba con las hojas de reclamaciones, ni que ellos tenían que rellenar los datos del restaurante, pretendían que pusiera yo el nombre, la dirección, el cif... de verdad, qué incompetencia...

jueves, 2 de mayo de 2013

Océanos de plástico: el basurero de la humanidad

Un reportaje sobre el plástico muy interesante. Os lo recomiento encarecidamente. Sólo llevamos 60 años usándolo y ya está por todas partes, difícil de eliminar y con efectos muy nocivos, a pesar de que nos han inculcado y convencido de que es inocuo y maravilloso. El único remedio es reducir nuestro consumo de plásticos.


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