jueves, 28 de febrero de 2013

Cosas de la urbe. Como en un pueblo.

Pedir un medicamento en la farmacia, y como no puedes recogerlo porque tus horarios de clase coinciden con los de ellos, que te lo dejen en el bar de abajo de tu casa.

Que la Boticaria te conozca por tu nombre y te pregunte por las lagartijas menorquinas, y pasarte media hora hablando con ella de lo humano y lo divino.

Salir a pedirle un huevo a tu vecina y terminar quedando con ella para tomar un café con bizcocho.

Salir a las 11 de la noche al pasillo de tu escalera para pedirle a la señora Carmen que baje el volumen de su tele atronadora. Llamar tres veces al timbre. Que, cuando la señora Carmen te abra la puerta te diga: "perdona, hija, es que estaba desnuda".


Cosas que solo te pueden pasar si vives en la urbe.

domingo, 10 de febrero de 2013

Escapadita por el Valle del Ambroz. Ruta del Convento de la Bien Parada.

Este año hemos repetido casa rural, y hemos vuelto a Hervás por Navidad. Nos quedaban rutitas pendientes y teníamos ganas de hacer alguna excursión, ya que desde este verano en Aravalle no habíamos vuelto a salir juntos al campo Mugen y yo.


 Fuimos a la oficina de turismo (donde conseguí una de las escasas pero estupendas guías de la junta de Extremadura) y elegimos entre los mapas de las rutas una de las más cortas, la Ruta del Convento de la Bien Parada, en el pueblo de Abadía, al otro lado del valle. Realmente eran dos rutas por el mismo paraje, así que decidimos combinarlas. Al final hicimos 8 kilómetros (yo no quería hacer más de 5, no sabía cómo iba a responder mi cuerpo) pero al final se ha notado que he recuperado algo de forma con el gimnasio y no me he notado con un cansancio excesivo.

Cuando nos bajamos del coche, nos dimos cuenta de que en el pueblo tenían puestos los villancicos a un volumen demencial. Y también nos dimos cuenta de que sólo tenían 6 villancicos distintos, que se repetían una y otra vez. Intentando ignorarlos, empezamos la ruta, que arranca junto a la piscina natural de Abadía, cruzamos el puente sobre el río Ambroz y seguimos el asfalto hasta pasar otro arroyo. Según el plano, y las indicaciones del camino (las bandas verdes y blancas) cogimos una pista de tierra, que más parecía una servidumbre bien transitada, y nos internamos en la dehesa extremeña. Los cencerros de las ovejas y las vacas resonaban en el aire tranquilo de la mañana.

 Tras un rato de zigzaguear entre fincas adehesadas, el camino descendía hasta desembocar en una carretera comarcal muy poco transitada. Miramos el plano, y decidimos combinar las dos rutas que aparecían y giramos a la derecha justo donde el mojón nos decía que giráramos a la izquierda para llegar al convento. Pero a nosotros nos interesaban más las dehesas y los montes, con la esperanza de poder ver bichitos, así que seguimos la carretera que subía un collado.


Las dehesas que nos flanqueaban tenían muchas Citisus, que a pesar de acabar de comenzar el año, ya estaban en casi en flor. Como la carretera hacía muchas curvas, decidimos atrochar por la maleza del medio. Al principio fue bien, el monte no era muy negro (espeso) y había caminitos de ovejas que nos dieron el apaño. Además, observamos restos de comadreja (unos excrementos pequeñitos, del tamaño de un cacahuete pelado, dejados sobre piedras) y de zorro (más parecidos a los de perro, pero con restos de escarabajos y vertebrados pequeños). Más adelante volvimos a internarnos en la maleza, para bajar el pequeño collado, pero la situación fue estrechándose hasta que era muy difícil avanzar entre las retamas y las escobas. Además, vimos señales muy recientes de jabalíes (hozadas y excrementos, muy similares a los de humanos en tamaño y color, pero unidos en "collar de perlas") y Mugen se puso nervioso, así que en cuanto pudimos volvimos a salir a la carretera.

También vimos muchos Pisolithus tinctorius alrededor de las jaras pringosas que crecían en el camino, con las que establece relaciones de micorriza.

Pisilithus tinctorius

Finalmente, cuando vimos que habíamos llegado al límite de la Comunidad Autónoma, decidimos que era hora de sentarse a comer. Llevábamos dos horas y media o tres de camino, y ya hacía hambre. Mugen quería saber si los jabalíes nos seguían, así que se puso cual Aragorn en Rohan persiguiendo uruks...

Aprietan el paso...
Si hubiera sido verano, habríamos seguido la ruta, ya que quedarían varias horas de luz por delante, pero siendo Enero, nos quedaban escasamente dos horas de luz cuando acabamos de comer. Nos fastidió bastante porque detrás de nosotros empezaba a ponerse la vegetación interesante. Había un bosque viejo, un Fangorn típico, con encinas y pinos dispersos, y, como pudimos comprobar al asomarnos al interior, con un aire espeso de Ent. Literalmente se masticaba el silencio, te aislaba del exterior. Me sentí como Harry Potter al entrar en el Laberinto del Torneo de los Tres Magos.

Así que, con toda la pena de nuestro corazón, tuvimos que darnos la vuelta. Yo estaba sorprendida de lo bien que estaba aguantando la ruta, ya que hacía mucho que no hacía ninguna tan larga (desde la de este verano en Aravalle) y se notaba que volvía a estar en forma.

¡Qué bonita es mi tierra! No dejo de asombrarme, y eso que he tardado muchos años en darme cuenta. Pero lo cierto es que entre encinas y jaras me siento en mi hogar.



sábado, 9 de febrero de 2013

El post de las 100.000 visitas

¡Esta entrada va por vosotros!


Hace unos días me fijé que iba por 90 y tantas mil visitas, y cada día he ido vigilando... pero en un noche, de repente, ¡hemos superado las 100.000 visitas!

Han sido muchos años... desde 2007 estoy publicando. Recuerdo aquellas primeras semanas, en las que entraba ávidamente todos los días para ver si alguien me había comentado, ya que, sin eso, no tenía constancia de que nadie hubiera entrado. Poco después puse un contador con la ayuda de un amigo, y por fin pude saber que de vez en cuando alguien, probablemente por un despiste, se paseaba por mi blog.

Pero el contador de blogger se instaló un año después, en 2008. Por aquel entonces yo tenía unas 600 visitas al mes... y sin embargo ahora mi media es de 500 visitas ¡al día!

Venís de todos los rincones del mundo: 
España
52825
Argentina
8359
México
7940
Estados Unidos
6027
Chile
3171
Colombia
2738
Venezuela
1837
Perú
1000
Alemania
806
Rusia
746
Y llegáis buscando cosas como:
histaminosis
javier negrete
histaminosis alimentaria
recetas con harina de arroz
galletas de harina de arroz
mario morcillo moreno
albondigas con salsa de pedro ximenez
mi pie se encoje
epilobium hirsutum
garrapatas
caballo albino

Pero os quedáis por los posts de galletas y pan, y los de histaminosis, principalmente, aunque los de mis viajes también os gustan un montón.

El post con más visitas es el de galletas de harina de arroz y mandioca, con 7046 visitas, seguido del de bollitos de pan de harina de arroz y mandioca, con 4900 visitas, el pan de queso brasileño, con 2928, y los crackers de sésamo con 2079. Y el que más comentarios tiene es la de los bollitos de pan, con 43 aportaciones de los lectores.

Estamos al filo de las 300 entradas, y en ellas hay más de 500 comentarios, y tengo 80 seguidores públicos (¡nunca lo hubiera imaginado!)...

Lo que tengo claro es que sin vosotros, queridos lectores, no hubiera podido llegar hasta aquí con lo que, en un principio, iba a ser un rinconcito de autoexploración y desahogo del que nadie iba a darse cuenta que existía en la interné. Ahora, sin embargo, es un huerto fértil, donde compartir experiencias y conocer gente buenísima con la que se mantienen amistades por email o por comentarios, o por feisbuk, a pesar de que se encuentren al otro lado del globo.

Así que, desde aquí, os dedico todo mi cariño!

¡Ah! Y no olvidéis pinchar en +1 cuando os guste una entrada :D

viernes, 8 de febrero de 2013

The Hobbit from Salamanca

Esto es lo que pasa cuando se dejan sueltos
a un puñado de frikis como nosotros

El carnaval en Salamanca no es tan multitudinario ni tan agotador como el de Badajoz, pero ha merecido la pena, ya que no soy amante de las grandes aglomeraciones ni del frío. Aquí, aunque estábamos bajo cero desde las diez de la noche, yo no iba demasiado mal sólo con la camiseta térmica debajo del vestido. En Badajoz, por capas y capas que te pongas, siempre termina metiéndose el frío en los huesos... aunque lleves quince capas. 

 Además, aquí se puede entrar en los sitios (más o menos), cosa que en Badajoz es imposible, y no se hace botellón en la plaza. Eso hace que andar por la calle sea eso, andar, y no pegar empujones y sacar codos para evitar ser aplastada. 


En plena plaza Mayor se nos acercó una pandillas de niñas italianas y empezaron a hacerse fotos con nosotros, y por todas partes nos iban reconociendo... aunque también había canis que nos preguntaban que quiénes éramos... 

Dwalin atendido por Bilbo en
Bolsón Cerrado


En resumen, una noche memorable, que acabó con una buena comilona, pollo asado comido con las manos, patatas fritas, pan de lembas, cerveza del país (de otro país) a las 6 de la mañana estilo compañía de enanos en el salón de Bilbo Bolsón (literalmente), muchas risas y por supuesto, muchos enanos, elfos, un mag@ y ¡nuestro propio hobbit! en el marco incomparable que es esta ciudad en la que me lo estoy pasando también.

La compañía en la Plaza Mayor de Salamanca
...y no, esta no es un montaje, ¡es de verdad!

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