lunes, 30 de julio de 2012

¡Me han encogido los pies!

No es broma. Me han encogido los pies. ¿Veis estas preciosas sandalias? Me las compré para la comunión. Son un 32 en España. Hace 14 años que me las compré. 


Como todos los zapatos, un día se te quedan chicos, se guardan para tu hermana pequeña, y cuando le están bien se los pone. En este caso, de un verano a otro a mi hermana le crecieron tanto los pies que no se las pudo poner, así que se puseiron para dar en la siguiente limpieza. Yo, por hacer la gracia, me las probé, y resulta que me estaban bien (un poco apretadillas), así que las guardé, aunque no me las puse. Eso fue el año pasado. 



Este año ¡me están grandes! No puede ser, yo tenía un 35, vale que no es un gran pie, pero era mi numero. Estas navidades me compré unos zapatos de bailar y tuve que pedir un 33 y medio porque el 34 me quedaba grande. ¿Pero qué está pasando aquí?

martes, 17 de julio de 2012

Erizos huerfanitos



El martes por la tarde nos encontramos estas cuatro preciosidades. No teníamos ni idea de qué hacía de día por ahí, sin su mamá, y pensamos que ya debería esta destetados. Salieron del montón de leña, donde debían de haber sido criados. Les dimos agua porque hacía mucho calor, pero no nos atrevimos a darles pienso; por una parte, nos parecían muy pequeños, y por otra, pensábamos que no había que intervenir demasiado: a lo mejor su madre volvía por la noche.

Pero han pasado los días, hemos seguido dándoles agua, y ni se dispersaban, ni aparecía madre ni nada. No se movían del lado del montón, y estaban despiertos de día (aunque son nocturnos). Debían de estar muy solitos, porque cuando te escuchaban andar por la hojarasca se venían detrás de ti. Los veíamos acurrucarse cerca de la leña, donde debían de tener el nido, y cuando les empezaba a dar el sol se cambiaban a la sombra. Daban pequeños grititos si se chocaban con tu pie, o si te oían marcharte. 

Y ayer por la tarde, cuando fui a enseñárselos a Mugen, había tres dormidos. Dormidos para siempre. Alguno de ellos debían de acabar de morir, porque aún estaba blandito. Otro se había muerto durmiendo, acurrucadito. Y el tercero estaba donde lo había visto durmiendo la siesta esa tarde. El cuarto, el más pequeñito, salía de la sombra y se acercaba a sus tres hermanos tiesitos, se acurrucó y les chilló un poquito. Pero a ver que no se movían, cogió el caminito y se fue para otra parte. 

Caímos en la cuenta de que lo mismo eran demasiado pequeños, que llevaban mucho tiempo sin aparecer madre eriza,y a lo mejor no sabían comer. Demasiado tarde, se me ocurrió buscar información en internet. Claro, como siempre decimos que la Naturaleza es sabia, que no hay que intervenir, que tienen que aprender solitos... pero si han atropellado a su madre, ya no es asunto de la Naturaleza. Está causado por humanos, así que es responsabilidad de humanos...

En La web de los erizos encontré los intervalos de peso que podían darme una pista de la edad que tenía el erizo que quedaba, y por tanto, cómo debería cuidarlo para que no muriera como sus hermanos.

Cuando lo puse sobre la báscula, en un cubito para que no se moviera, casi se me para el corazón.

55g.

El peso mínimo de las dos semanas. Teniendo en cuenta que debía de llevar casi una semana sin comer, podía llegar a tener tres semanas, pero estaba muy desnutrido.

Y eso significaba que aún no estaba destetado. Que su madre no haba vuelto por allí, y que muy probablemente estaba muerta.

Era domingo. Según la web de los erizos, y el correo de la Presidenta de la Asociación Protectora de Erizos, a la que escribí pidiéndole ayuda, la leche que mejor sirve para sustituir la leche de eriza es la de cabra. Recordé que en el Carrefur había leche de cabra, pero estaban todas las tiendas cerradas. Y luego, lo que parecía una idea peregrina, se convirtió en la única opción. El niño con el que me iba al instituto, hace ya más de 10 años, tenía cabras. Lo sé porque su padre todas las mañanas, a las 8, cuando me recogía, siempre llevaba varios  quesos de cabra para venderlos, de sus propias cabras. Llamé al centro de recuperación de Los Hornos y me dijeron que hasta el día siguiente no podrían venir a por él. No iba a aguantar. No, a menos que yo intentara hacer algo.

Rezando para que aquél hombre hubiera seguido criando cabras, me acerqué a todo correr (que es mucho, pensando que a mediodía, al sol extremeño, hace una temperatura respetable). Me encontré a mi antiguo compañero de viajes. Me dijo que hasta las 7 de la tarde no ordeñaban las cabras, y que hasta esa hora no tendría leche.

Preocupada volvía casa. Para las 5 y media o 6 de la tarde, el erizo se había desmayado. Decidimos darle agua con una jeringa, obligándole a tragar con un palito. Algo entraría, porque la tripita empezó a hincharse. Me fijé en el pellejito de su pancita, y la deshidratación que tenía era muy grave, el pellizco se quedaba completamente hacia arriba y no se retraía. La piel del hociquito estaba cuarteada, y también la de las patitas. Respiraba muy flojito, así que le pusimos de lado, con la cabeza un poco más alta, y cuidamos de que la lengua no le taponara la glotis (como me dijo hace unos días Jorge el veterinario con mi gato Pirri). Estaba rebosando de pulgas, garrapatas y ácaros, así que para manipularlo nos embadurnamos de aután, y Mugen se dedicó a desparasitarlo con una pinza. Aunque las pulgas del erizo son específicas (Archaeopsylla erinacei), también nos picaban a nosotros.

Dieron las siete, y me fui desesperada a por la leche. Era evidente que no tenía mucha energía, y que no iba a despertar si no conseguía algo de alimento. Recé para que tuviera suficientes fuerzas para hacer una digestión mientras esperaba entre los cabritillos, que me mordisqueaban el vaquero, a que la madre de mi vecino me llenara un botecito de leche.

Llegué a casa con un cuarto de litro de leche de cabra recién ordeñada, hice rápidamente la disolución de dos partes de leche y una parte de agua, y se la dimos poquito a poco. Le hice un masajito vertical en la tripa, para estimularle la defecación; hacia las ocho y media de repente tuvo un espasmo, se hizo una bolita, dio un gritito y se orinó en mi mano. Pero después de eso empezó a reaccionar. La lengua ya no le caía fláccida, sino que se quedaba en su sitio, y tragaba mejor. Cuando cayó la noche ya nos seguía con la mirada y movía un poco las patitas. Le dí más leche a las once, y fui alternando leche con agua, para intentar rehidratarlo, y luego me esperé a las dos de la mañana para otra toma, ya que la web de los erizos decía que a esa edad hay que darles leche cada 3-4 horas. Como hacía frío al raso, y cuando se está desnutrido y se ha estado desmayado es difícil conservar el calor, lo metí en casa, en un cubo, con una bolsa de agua caliente que comprobaba cada hora, y lo tapé con una tela de chándal.

A las 7 de la mañana había trepado solito a lo alto de la bolsa y estaba muy espabilado. Le dí una toma más y me volví a acostar. Sin embargo, a las 10, cuando fui a verlo, había vuelto a desmayarse. No pude darle más leche, y aún no me había llamado el del centro de recuperación para decirme a qué hora venía. Lo saqué a fuera, e intenté animarlo como a la víspera, pero cada vez respiraba menos. Para colmo, el hombre del centro de recuperación se había perdido por la urbanización.

Cuando por fin se lo llevaron, me sentía fatal. Le había redactado un informe al veterinario para que supiera qué había comido y qué había pasado. Ya no sabía qué le ocurría, ni qué podía hacer para que sobreviviera. Y me sentía culpable de no haber intentado averiguar antes su edad, ni si podía haberles ayudado antes si los hubiera pesado cuando nos los encontramos.

viernes, 13 de julio de 2012

Desesperaciones de una histaminósica IV - Cambios en la dieta.

He ido a ver de nuevo al Dr. Lizaso, el alergólogo que me vio en Sevilla en octibre, amigo de Elorza. La diferencia es que he ido directamente a su clínica de Jerez de la Frontera, donde me ha visto mi enfermedad pasando por Sanitas, por lo que los 150€ de consulta no los hemos tenido que pagar. Ha sido una hora más de viaje, pero ha compensado. 

Clínica del Dr. Lizaso, calle Naranjas, 1
El lugar es precioso. Es una lástima que no haya llevado la cámara de fotos. Su consulta es un antiguo caserón, en el centro de Jerez, con los techos altos, rejas y azulejos andaluces, y mucha solera. Entramos a la sala de espera, donde además había una puerta de madera con cristales esmerilados de un cuarto de baño (como los de pesadilla, ya que el cerrojo era una palanquita floja y los cristales tenían unas cortinitas que te hacían dudar de si te podía ver alguien...y había cepillos de dientes, gel y una ducha, como si fuera de una casa normal).

Estuvimos allí esperando un ratito. De repente me dio un retortijón horroroso y tuve que irme al cuarto de baño a sufrir un rato. Vino la enfermera a buscarme dos veces y el doctor estuvo esperándome más de 20 minutos hasta que estuve recuperada. Luego, la enfermera me indicó que la acompañara. Con las piernas flojas, pálida y un poco deshidratada, pasé a una consulta sin ventanas, cuya puerta era una pesada cortina de terciopelo verde. 

El doctor Lizaso (Miguel Agapito de nombre) me saludó besándome la mano y diciéndome "¿Cómo estás, mi leidi?" (apunté la nota mental de no usar esa mano hasta que me la lavase...). A mis padres les dio la mano, y luego se sentó y me empezó a preguntar por la evolución de los últimos meses. Estaba más simpático de lo que recordaba. Le dije que iba por altibajos, a veces estaba con mal cuerpo durante días y no daba señales de ir a mejor o a peor, y a veces llegaba a estar bien casi un mes, pero nunca duraba más. Me preguntó por las diarreas y la frecuencia, y más que preguntarme, me dijo que suponía que ya no tendría episodios sincopales. Pero sin ir más lejos, esta última semana me he desmayado un par de veces. Si se sorprendió, no lo dijo. 

Luego la enfermera me hizo un prick de 30 alimentos solamente, a pesar de que le dije que la alergóloga de Badajoz me había hecho un estudio de tropecientos alimentos antes de Navidad. La enfermera me dijo que el doctor necesitaba tener sus propias pruebas para diagnosticarme, así que puse el brazo y no miré. Sé que parece de niña pequeña, pero estos tests me duelen mucho (¿umbral del dolor más bajo de lo normal?¿Hipersensibilidad?

Mientras me subían las ronchas, el doctor me hizo pasar a otra sala, donde me palpó el abdomen, que se quejaba (claro, después de la fiesta que me acababa de dar...). El doctor se dio cuenta de que algo se movía dentro, y cogió un fonendo. al cabo de un rato, se apartó y dijo "Bueno, no está tan mal, no tienes la típica pelea de gatos". Claro, la pelea la había tenido antes... 

Luego me tocó en la cabeza, en el entrecejo y bajo los senos oculares, donde me dolía un montón (igual que la otra vez en Sevilla). Luego se quedó serio y me tocó el cuello por detrás, apretando con los dedos. Como ahí no me dolía, se retiró con un suspiro diciendo "Bueno, al menos no hay estesia". Luego cogió una linternita y me miró las ronchitas del brazo, que ya empezaban a picar (levemente). "¡Joé como crece la patata, la puñetera!" soltó. Luego miró un papelito y me dijo que también me daba positivo la soja y el girasol. 

La diferencia con los prick de la otra alergóloga, es que ha considerado positivas ronchas con un tamaño que en otras circunstancias, un médico normal consideraría subclínicos. Para el que no sepa cómo va esto, en general los alergólogos consideran positivos todo lo que crezca más que el control. Por insistencia, la de Badajoz, me mandó análisis de sangre para los que crecieron un poquito, y que ella se negaba a tomar como positivos (escarola, atún y pistacho), cuyos resultados también dieron negativo.

En este caso, el control (la histamina) creció como medio centímetro. Y los positivos tendrían como mucho 1 ó 2 milímetros de diámetro. Otra diferencia, es que este doctor los valoró a la vista (con la linterna puesta de canto) mientras que la doctora de Badajoz lo hizo al tacto. Esta ronchitas de hoy no se notaban al tacto.

Luego volvimos a pasar a la consulta, donde sacó un libro con las familias de las plantas, diciendo que eso ya no podía aprendérselo de memoria. Me dijo que la patata es de la misma familia que el pimiento, el tomate y la berenjena. Yo le contesté que eran solanáceas, que para algo me había servido estar todo este año con botánica. Yo sí me las se (casi) de memoria. Así que me dijo que se iba a aprovechar de mis conocimientos biológicos, y en el informe solo ha incluido los nombres de las familias. Al llegar a casa he sacado los apuntes para ver que la memoria no me fallaba. 

Luego, me dijo que en uno de mis análisis me había dado una reacción a la profilina muy alta. Esta es una proteína presente en gramíneas y en la familia de las rosáceas, y se trata de uno de los mayores alérgenos de muchas plantas. Así que si combinamos mi alergia al polen de las gramíneas y este resultado, da otro puñado de alimentos a retirar de la dieta.

En definitiva, estos son los grupos vegetales que me ha quitado.
Flor de patata
  • Solanaceae: patata (Solanum tuberosum), tomate (Lycopeprsicum), pimiento (Capsicum), berenjena (Solanum melogena). Tampoco el tabaco (Nicotiana tabacum), pero como no fumo no me afecta. Pero me molesta mucho y soy muy sensible al humo.
  • Asteraceae: girasol, pipas de girasol, aceite de girasol o margarina de girasol (Helianthus annus), lechuga, escarola (Lactuca sativa), endivia (Cichorium endivia), alcachofa, cualquier manzanilla (infusiones).
  • Fabaceae (leguminosas o papilionáceas): soja (Glycine max), garbazos (Cicer arietinum), lentejas (Lens culinaris), guisantes (Pisum sativus), judías (verdes, blancas, con chaleco, pintas...), habas (Vicia faba), cacahuete (Arachis hypogaea), regaliz (Glycirriza sp).
  • Rosaceae: infusiones con pétalos de Rosa, zarzamora (Rubus ulmifolius), pera (Pyrus sp), manzana (Malus sp), endrinas (Prunus speciosa), almendra (Prunus dulcis) cerezas (Prunus avium), fresas (Fragaria sp), ciruelas (Prunus domestica), melocotón (Prunus persica), albaricoque (Prunus armeniaca), membrillo (Cydonia oblonga), nísperos (Mespilus germanica), nísperos comerciales (Eriobotrya japonica). 
  • Moraceae: higos (Ficus carica) y moras (Morus alba, Morus nigra)
Además, los frutos secos tienen en común la PTL (Proteínas de Transferencia de Lípidos) que se considera un panalergeno y que tiene reactividad cruzada con látex y con pólenes, por lo que me ha retirado todo lo que tenga que ver con ellos. Y también, todo lo que tenga que ver con polen (cera de abeja, jalea real, miel, propóleo...). 

También comprobamos que este doctor es de la facción "anti-leche". Nos dijo que el ser humano era el único animal que seguía tomando leche después del destete, y que no solo eso, sino que tomaba leche de otros animales. Que la leche de vaca estaba hecha para engordar terneros, y que es muy difícil de digerir por el ser humano.Y nos ilustró esto describiéndonos una estampa del campo andaluz, donde él decía haber visto a un niño de tres años mamando directamente de la teta de la vaca tranquilamente, y que el niño estaba hecho un ternero. Así que me ha dicho que siga sin tomar leche. 

Cuando le pregunté que si me quitaba todo esto, que qué iba a comer, me dijo que todo lo demás. Es decir, que podía empezar a reintroducir todo lo que no estuviera en esas familias vegetales, y que no fuera leche. Se me abrieron los ojos como platos. "¿Trigo, gluten, también?" Sí, porque aunque sólo tengo hecho el análisis de antigliadina y da negativo, dice que si fuera celiaca, con esta "sintomatología tan florida" debería haber dado positivo. Que no necesito una biopsia o un análisis genético para descartar la celiaquía.

Y esto implica otra cosa aún más importante: no da valor a los resultados de Elorza, sólo a los suyos, ya que en aquellos me dio positivo el trigo, el maíz, la ternera y zanahoria, que no están incluidos en los que el Dr Lizaso me ha quitado de la dieta. ¿Significa esto que se desmarca de Elorza, que lo mío sólo es una alergia alimentaria? Creo que no del todo. Cuando leí el informe, me di cuenta de que era la primera vez que tenía un papel e que que dijera que yo tenía HANA: 
"Paciente atópico con clínica de HANA inducida por alimentos"
¡Tengo un diagnóstico! Ya no soy rara, no me escucho demasiado, no es sicosomático, no es colon irritable. Y el remedio no es ajo y agua.
"Tratamiento: eliminará de la dieta los siguientes grupos de alimentos: solanáceas, asteráceas, papilionáceas, frutas rosáceas y lácteos derivados de la leche de vaca"
Tengo que preguntarle si leche de vaca significa que puedo tomar leche de oveja (lo que significaría intentar reintroducir queso de oveja... y de cabra... se me cae la baba sólo de pensarlo). 

Además, me ha mandado un antagonista de la histamina para los receptores H2 (Ranitidina Mabo, un genérico sin lactosa y sin alérgenos) y que siga con el antihistamínico, Ebastel Forte Flas, ambos 1-0-1. Le voy a escribir, porque los antihistamínicos me dan un sueño mortal (este curso, el mes y medio que he estado con ellos por la alergia de primavera casi no he podido coger el coche, y me resultaba muy complicado levantarme antes de las 12 de la mañana, y andaba todo el día penando por dormir, agotada...) Tengo que volver a revisión en Octubre.

La pauta para reintroducir los alimentos que me hadado es un alimento por semana, en una comida un día. Observarme y si no hay reacción en 72h, no me hace daño. Creo que a por lo primero que voy a ir es a por el trigo...

Los grupos vegetales que me ha quedado son los siguientes:
  • Piperaceae: pimienta negra (Piper nigrum)
  • Anonaceae: chirimoya (Annona cherimola)
  • Dioscoraceae: ñame (Dioscorea sp)
  • Liliaceae: espárragos (Asparagus albus), ajos (Allium)
  • Miristaceae: nuez moscada (Myristica fragans)
  • Lauraceae: laurel (Laurus nobilis), canela (Cinnamomun zeylanica), aguacate (Persea americana), zarzaparrilla (Sassafras albidum)
  • Arecaceae: palmito (Chamaerops humilis), dátiles (Phoenix datilifera), coco (Cocos nucifera), aceite de palma (Elaeis guineensis)
  • Bromeliaceae: piña o ananás (Ananas comosus)
  • Musaceae: plátano o banana (Musa sp)
  • Poaceae (gramíneas): arroz, maíz, trigo, avena, sorgo, centeno, cebada, mijo.
  • Vitaceae: uvas (Vitis vinifera), pasas y vino (del bueno). 
  • Euphorbiaceae: mandioca (Manihot esculenta)
Un calabacín del huerto de Mugen. 
  • Ericaeae: arándanos (Vaccinum sp)
  • Cucurbitaceae: calabacín  (Cucurbita pepo), calabaza (C. maxima), melón (Cucumis melo), pepino (Cucumis sativus), sandía (Citrullus lanatus), cabello de ángel (Luffa sp)
  • Myrtaceae: pimienta de Jamaica (Pimienta dioica), guayaba (Psidium guajaba)
  • Brassicaceae (crucíferas): rábano (Ráphanus sp), nabo (Brassica napus), col, repollo, coliflor (Brassica oleracea son los tres), mostaza (Brassica nigra), berros (Rorippa nasturtium-aquiaticum), wasabi (Wasabia japonica)
  • Actinidaceae: kiwi (Actinidia deliciosa)
  • Ebenaceae: kaki (Diospiros kaki)
  • Theaceae: té.
  • Convolvulaceae: batata (Ipomea batata)
  • Lamiaceae (labiadas): menta y hierbabuena (Mentha sp), romero (Rosmarinus officinalis), salvia (Salvia officinalis), marrubio (Marrubium vulgare), orégano (Origanum vulgare), tomillo (Thymus mastichina), albahaca (Ocimun bassiliscum)
  • Oleaceae: olivas, aceite de oliva (Olea europaea)
  • Apiaceae (umbelíferas): cilantro (Coriandrum sativum), perejil (Petroselinum crispum), comino (Ciminum cyminum), anís (Pimpinella anissum), zanahoria (Daucus carota), apio (Apium graveolens)
  • Amaranthaceae: espinacas (Spinacia oleracea), amaranto (Amaranthus albus)
  • Chenopodiaceae: remolacha, acelgas (Beta vulgaris)
Me ha parecido que este doctor tiene muchísimas más tablas que cualquiera de los que me han visto. Y tiene más lógica lo que me ha dicho sobre las familias vegetales. Que haya consultado un libro me ha gustado (no como en la serie de House, que lo hacen todo de memoria) y que haya tenido la humildad de reconocer que hay cosas que no sabe de memoria también le han dado puntos. He salido un poco más contenta que las últimas veces, ya que ha contestado a todas mis preguntas de una manera coherente y científica. Y no nos ha costado dinero...

Ahora, empezaré a introducir cosas nuevas, lo que tenga éxito lo iré tachando de la lista...

miércoles, 11 de julio de 2012

Hamburguesas caseras de cerdo - Recetas sin lácteos, sin gluten, sin cereales

Bueno, ya que tengo muchas recetas de panes y bizcochos, os traigo una receta de algo salado.

No pensaba que fueran tan fáciles, aunque antes de meter las manos en la masa, estuve empapándome de artículos sobre hamburguesas, y su historia.


He de decir que hasta que no he encontrado un molde con el tamaño y la forma adecuados (de forma de estrella era lo más parecido a redondo...) no he podido hacerla, pero me ha dejado muy, muy contenta. Se parece muuucho a una hamburguesa casera (claro, no a las de restaurantes...)

Ingredientes:


-Para el filete de hamburguesa
  • 250g de carne picada de cerdo. Yo, como soy alérgica a la ternera, tengo que encargarla al carnicero, para que la pique al día siguiente con la máquina recién limpia. A veces uso la de mercadona, pero trae aditivos y prefiero no usarla. 
  • 1 cebollita fresca y medio puerro picados en la picadora
  • Sal
  • Una pizca de pimienta 
  • 1 huevo
-Para el montaje final
  • 2 rebanadas de pan de molde al microondas, u otro que puedas tomar
  • 1 loncha de jamón serrano a la plancha (a mí me gusta más que el bacon, que además trae aditivos y glutamato)
  • mayonesa
  • mostaza
  • 1 hoja de lechuga o similar (yo he usado endivia porque no había lechuga) 
  • ...y lo que se os ocurra
Preparación
  1. Picar la cebolla y el puerro, añadir en la misma picadora la carne y mezclar.
  2. Verter la mezcla en un bol. Añadir un huevo batido y revolver con las manos.
  3. Añadir la sal y la pimienta
  4. Sobre una plancha de silicona, o en un plato, dar forma a las hamburguesas, mejor con un emplatador o molde redondo. En este punto, se pueden envolver en film transparente y congelar las que no vayamos a consumir inmediatamente. 
  5. Hacer el pan, poniendo sésamo en la mezcla (ya que de todas maneras, va a quedar incluido en la masa, no hay manera de que quede sobre la masa, pero así le da el sabor)
  6. Dejar secar el pan sobre una rejilla. Si se toma caliente no hace falta tostar.
  7. Hacer las hamburguesas a la plancha, con una pizca de aceite. En ese mismo aceite freír la loncha de jamón serrano.
  8. Para montar, poner la lechuga, la hamburguesa, mayonesa, el jamón frito... Chorro de mayonesa y chorro de mostaza (ya que no puedo usar el ketchup).
  9. ¡Cerrar la hamburguesa y ponerse hasta las trancas!


Mis padres ya se han acostumbrarme a verme montar el escenario, preparar la luz, buscar encuadres... mientras ellos comen. Pero es que yo tengo que sacarle algún aliciente a la comida, ya que me desanima mucho no poder comer lo que los demás (hoy, lentejitas). Pero luego me da mucha alegría poder compartir esto con vosotros. ¡Gracias por leerme (y comentarme, ¿eh?)
    Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...