Cuando se habla de hongos, ahora en otoño sobre todo, tendemos a asociarlos con las ricas setas comestibles que crecen en nuestros montes, o también con pan mohoso o manchas de humedad. Pero en realidad se merecen más respeto. Los hongos tienen fantásticas capacidades y pueden ser cultivados, bajo ciertas condiciones, con casi cualquier forma; además, son completamente biodegradables. Y por si esto no fuera suficiente, podrían sustituir a los plásticos algún día. El secreto está en el micelio.
Steve Horton, profesor en la Union College Biology, compara el micelio, la parte principal y subterránea del hongo (las setas que emergen sólo son órganos reproductores) con pequeñas cadenas de células tubulares. "Esta pequeña hilera de células es capaz de comunicarse con el mundo exterior para intuir qué hay en cuanto a comida, luz y humedad" explica. "El micelio puede tomar nutrientes disponibles a partir de materia orgánica, como la madera, y utilizarla como alimento, creciendo gracias a ello. Su función en el ecosistema es muy importante, degradando y descomponiendo los restos orgánicos. Sin ellos, y sin las bacterias, no sé sobre cuántos metros de restos vegetales y tejidos animales estaríamos ahora"
Una empresa de Nueva York, Ecovative Design, con la ayuda del equipo de Horton, está empleando la capacidad de los hongos para crear estructuras cohesionadas, creando productos respetuosos con el medio ambiente. El proceso se inicia con subproductos agrícolas, como residuos de algodón, cáscaras de semillas de arroz, trigo sarraceno, avena, cáñamo y otros restos vegetales, que se esterilizan, se mezclan con nutrientes y se enfrían. Entonces, se añade el micelio, que proliferan abundantemente; pronto, cada centímetro cúbico de material contiene millones de diminutas fibras de hongos, llamadas hifas. Esta matriz compacta se traslada a continuación a un molde con la forma del elemento deseado. Una vez que las características deseadas (textura, rigidez, etc) se consiguen, se extrae de su molde, y luego se calienta y se seca para detener el crecimiento de las hifas.
Estos productos totalmente naturales, cuya fabricación puede tardar menos de 5 días, son hipoalergénicos y completamente no-tóxicos. Más impresionante es el hecho de que también son resistentes al fuego (hasta cierto punto), e impermeables. Y además, no van a ocupar espacio en un vertedero.
"Este es un nuevo campo de estudio sobre materiales, y la colaboración con Horton y su equipo nos permite aprender mucho y rápido", explica uno de los fundadores de la empresa Ecovative, Gavin McIntyre. "Eso es muy importante cuando se está tratando de reemplazar a los plásticos".
Este artículo ha sido trasladado desde una revista sin escrúpulos por su autora (es decir, yo) al no haber recibido contestación alguna de la organización ni de su director Josep M. Rosell de por qué se ha dejado de pagar mi trabajo en revista Ecogestos, hacer caso omiso de todos mis intentos de contacto y seguir usando mi material no remunerado.
Por todo esto, he decidido trasladar todo el material de mi producción a mi blog, que es de mi propiedad y me lo follo cuando quiero. Es una injusticia que dejen de pagar por tu trabajo. Pero es aún más desagradable que lo hagan sin mediar una palabra, sin dar una justificación, y que además, sigan usando tu material.
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