Las aves estepáricas en España

Las estepas son ecosistemas singulares que ocupan un gran porcentaje de la superficie de la península. Muchos los consideran lugares vacíos y yermos, donde no crece más que un puñado de hierbas. Pero lo cierto es que albergan un gran número de especies endémicas, tanto florísticas como faunísticas (sobre todo aves) y además, en ellos se han desarrollado algunas relaciones ecológicas muy singulares, como la frugivoría en insectos.

El cambio de usos tradicionales que se está produciendo en nuestro país está generando una reducción de estas áreas. Antes había grandes extensiones de cultivos cerealistas de secano que, aunque eran homogéneos en cuanto a la especie cultivada, daba heterogeneidad temporal por la rotación de los cultivos, favoreciendo los usos ecológicos de las especies estepáricas.

Ahora, con la intensificación agrícola, el regadío, el uso indiscriminado de pesticidas, la pérdida de usos ganaderos… estas zonas se están degradando. Aves como la ganga, la ortega, las grandes e impresionantes avutardas, los sisones y los alcaravanes, y muchos alauidos (terreras, cogujadas, alondras…) que viven en las estepas de España como sedentarias; y otras aves que también usan las estepas regularmente, aunque no viven en ellas, como las águilas perdiceras (especie en peligro) que las usan como territorio de caza, o las carracas que anidan en las zonas arboladas, están viendo cada vez más degradado su hábitat.

Dado el carácter excepcional de estos hábitats, deberían ser prioritarias a la hora de decidir las políticas de conservación. Es de gran importancia para el equilibrio ecológico conservar en el mejor estado posible nuestros parajes naturales. El turismo ornitológico es una buena manera de fomentar la sostenibilidad de cualquier espacio natural.

Os invito a dar un paseo y hacer turismo ornitológico por las zonas estepáricas de vuestra comunidad, para que podáis comprobar de primera mano la asombrosa belleza que pueden mostrarnos si sabemos mirarlos con los ojos adecuados.

Foto de José María Escolano

Este artículo ha sido trasladado desde una revista sin escrúpulos por su autora (es decir, yo) al no haber recibido contestación alguna de la organización ni de su director Josep M. Rosell de por qué se ha dejado de pagar mi trabajo en revista Ecogestos, hacer caso omiso de todos mis intentos de contacto y seguir usando mi material no remunerado. 

Por todo esto, he decidido trasladar todo el material de mi producción a mi blog, que es de mi propiedad y me lo follo cuando quiero. Es una injusticia que dejen de pagar por tu trabajo. Pero es aún más desagradable que lo hagan sin mediar una palabra, sin dar una justificación, y que además, sigan usando tu material. 

No se puede trabajar gratis por varias razones: 

• Por respeto a la profesión y por el valor intrínseco de tu trabajo. 
• Porque crear material original y auténtico en la red exige un esfuerzo, una habilidad, una formación y un tiempo en el que has tenido que comer y beber, pagar facturas, dejar de estar con tu familia, etc: es decir, que el material no sale de la nada. 
• Porque no sólo afecta al que lo hace, que pierde dinero y reputación, sino que se extiende sobre otros profesionales que deben aceptar peores pagos y condiciones.