Después de una campaña destacando el peligro que las minúsculas microesferas de plástico que se usan en exfoliantes pueden causar en los ecosistemas naturales y, sobre todo, en océanos del mundo a largo plazo, el Marine Conservation Society (MCS) y la Fundación Mar del Norte han acogido con satisfacción la decisión de Unilever, uno de los mayores fabricantes del mundo de productos de cosmética y de aseo personal, de eliminarlos por el daño ambiental que causan.
Se cree que la práctica de la exfoliación para eliminar las células muertas de la piel se remonta al antiguo Egipto; hoy en día es muy popular como una forma de mantener una piel sana y limpia. Pero los métodos tradicionales que implican el uso de esponjas vegetales, cepillos y piedra pómez han dado paso a incontables productos que contienen microesferas y microcristales de plástico, que pueden tardar años en biodegradarse. Mientras tanto, están terminando en los océanos, donde pueden dañar la vida marina y entrar en la cadena alimentaria.
El cambio de política de Unilever se aplica a todos los productos de cuidado personal en todo el mundo. "Podemos confirmar que estamos eliminando el uso de microesferas en todos nuestros productos de cuidado personal. La emisión de partículas de plástico en el océano es una cuestión importante [...]. Hemos decidido eliminar progresivamente el uso de microesferas de plástico en todos nuestros productos. Esperamos completar esta eliminación a nivel mundial para el año 2015 ".
El MCS celebró la medida y espera que más empresas sigan su ejemplo: "Muchas personas no se dan cuenta de que los exfoliantes que utilizan puede estar causando daño a los hábitats naturales y la vida silvestre. El uso de las microesferas de plástico en los productos de belleza es generalizada, y una vez que hemos lavado nuestra piel pueden llegar a nuestras aguas costeras a través de la red alcantarillas y ser ingeridos por la fauna marina". También han aconsejado a los consumidores examinar las etiquetas y buscar alternativas naturales como los productos que contienen ingredientes alternativos como hueso de albaricoque o cáscara de almendra y cereales, sal o arena.
Este artículo ha sido trasladado desde una revista sin escrúpulos por su autora (es decir, yo) al no haber recibido contestación alguna de la organización ni de su director Josep M. Rosell de por qué se ha dejado de pagar mi trabajo en revista Ecogestos, hacer caso omiso de todos mis intentos de contacto y seguir usando mi material no remunerado.
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