El otro día, por la tarde, mientras destendíamos la ropa en el patio, encontramos esto:
Se trata de un erizo común (Erinaceus europaeus, creo) que estaba comiendo los huesos de pollo que habíamos puesto a los gatos.
Poco depués decidió echarse una siesta, sin importarle que nosotros estuvieramos alrededor, incluso los gatos lo olisquearon un poco.
La noche siguiente estaba robando también la comida a los gatos, pero esta vez comía pienso.
Los erizos sufren de garrapatas, ya que al tener las púas, no pueden rascarse y quitárselas. Éste en concreto es el erizo más cuajado de garrapatas que he visto en mi vida.
También hay que tener cuidado si los cogemos. Su orina es altamente tóxica (según la tradición, la orina de un erizo hembra puede matar a una persona, mi abuela siempre nos a contado que su prima del pueblo se murió por comer un queso sobre el se había meado una eriza), y es posible que nos arañemos con sus púas, así que se hace necesario un buen lavado de manos en cuanto lo soltemos. Si nos mean es mejor no restregarnos las manos, porque podría causarnos urticaria, y por supuesto, no tocarse la cara ni los ojos.
Suelen ser bastante asustadizos, pero éste en concreto ha superado su timidez. Normalmente comen en la esterquera, pero parece que el pollo les gusta más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario