jueves, 19 de febrero de 2015

Con psyllium todo sabe mejor - primer experimento de pan de molde

La comunidad celíaca de feisbuk está como loca con un nuevo ingrediente. Como antes con la goma xantana o las nuevas harinas proteicas, ahora parece haber un nuevo ingrediente milagroso que hace que todos los panes de cualquier tipo sean mejores: más esponjosos, mas tiernos, menos secos, mas amasables, menos pegajosos... y durarán más tiempo sin enmohecer o ponerse rancios.

Tantas maravillas se han hablado de él que quise probarlo. Pero para que no me pasara como con la goma xantana, que después de un lio para comprarla en Madrid resultó venir del maíz y por eso me dio una reacción bastante fuerte, me informé bien de lo que era y sus orígenes.

El psyllium es la cascarilla de la semilla del Plantago ovata, una hierba que suele salir en las dehesas, conocida en mi tierra como rabito de conejo o simplemente plantago. Algunos lo conocerán porque se manda plantago para el estreñimiento, pero en ese caso es la semilla entera, y no sirve para hacer pan, a no ser que quieras irte de varillas si no lo necesitas.

Total, que escribí a mi tía, que vive en Madrid, para ver si podía mandarlo a mi casa y de allí ya veríamos como me lo hacían llegar a Madeira, y resultó que por suerte al día siguiente ella bajaba a Badajoz con su familia. Con tan buena suerte que cuatro días después Mugen volaba para venir a verme.

Así que en menos de una semana tenía estos polvitos milagrosos en la encimera de la cocina. Y decidí probarlos con todas las recetas de pan que fuera haciendo. Primero lo puse en el pan ancestral, y la verdad es que quedan más amasables, mas tiernos y duran mucho mucho más.

Y el otro día decidí inventar un pá de molde porque necesitaba un bocadillo para salir de excursión con mi gran amigo Borja que había venido a verme a la isla. Y el resultado es in-cre-í-ble.




Sin más os dejo con la receta (que os recuerdo que es un experimento y que tengo que mejorar)

Ingredientes

180g harina de arroz
60g almidón de mandioca
20g harina de alforfón o trigo sarraceno
1 cucharadita de psyllium
1 cucharadita de semillas de amapola o Chía
24g de azúcar amarillo (vale también moreno, pero si es blanco pon menos)
2 huevos
200 ml de agua
1 chorrito de aceite
2 sobres dobles de gasificante

Elaboración
1. Precalentar el horno a 200°C con solo calor inferior.
2. Mezclar todos los ingredientes secos excepto el gasificante.
3. Añadir el aceite, el agua y el huevo (mejor batido pata que no queden restos de yema)
4. Cuando el horno llegue a su temperatura (y no antes) mezclar el gasificante con cuidado y verter la masa en el molde de silicona. Yo lo hago en plano y corto luego las rebanadas en horizontal, pero imagino que en un molde alto Tipo plum cake debe subir bien también.
5. Colocar en la rejilla de la mitad inferior.
6. Si el horno es sin aire bajar a 180. Dorar 15-35 minutos o hasta que veáis que se ha separado de los bordes o encogido un poco. Si queréis la parte de arriba más dorada, cambiar el horno a calor superior y subir la rejilla. ¡Vigilar que si no se quema!



Este pan es ligero, no llena tanto como el pan de lembas o el pan de trigo sarraceno y es ideal para bocadillos y tostadas. ¡Y no suelta apenas migas! Estoy muy contenta con el psyllium.

¿Y vosotr@s, lo habéis probado ya?

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