martes, 27 de septiembre de 2011

CUADERNO DE CAMPO. Otro pajarito. Ficedula hypoleuca

Este año está siendo un poco raro, climatológicamente hablando. Un verano más que suave, lluvioso, un otoño que no quiere llegar, una primavera que no quería irse... no sé si será esto lo que despista a los bichos, o será que este año estoy más observadora de lo normal aquí en mi casa. 

Ayer nos despertamos con un canto nuevo entre las encinas. Mugen me dijo al despertarse que había visto en la ventana un pájaro un poco raro, con una mancha blanca en el ala así y así. Yo pensé en una bisbita o algo parecido, pero cuando, aún entre las sábanas, le di la guía para que buscara uno parecido, me señaló un Papamoscas cerrojillo. Miré el mapa de distribución de la Peterson, y me pareció raro que se encontrara aquí, ya que el mapa indica que es del norte de España y Europa. Pero Mugen seguía convencido de que era un Papamoscas Cerrojillo.

Total, que entre pájaros nos fuimos a desayunar. Los gaticos también querían salir ya de paseo, así que les abrimos la puerta. Y resulta que cuando lo hago, escucho un canto extraño, me quedo un momento con la puerta abierta, y veo un pajarito pardo, con una mancha blanca en las rectrices, que revolotea muy cera de mi porche. Salimos los tres (La MariMuy, Mugen y yo) a ver si volvía a aparecer, pero no daba señales, así que decidimos volver a dentro. 

Mientras desayunábamos, seguíamos escuchando el canto característico, un metálico uit, según la Peterson, que sonaba así:


Así que pensé que de estar en alguna parte, estaría cazando bichitos en la compostadora. La duda ya me corroía y, cámara en mano, salí sigilosamente hacia la parte de atrás. 

¡Zas! La primera en la frente. No me lo podía creer. Era idéntico (bueno, idéntica, creo que esta es una hembra) a la de la guía; prácticamente no cabía duda. Y tiene una mosca en el pico...

Ficedula hypoleuca o Papamoscas Cerrojillo, con una mosca en el pico.
Así que nos sentamos en el porche, a la mañana fresquita, con los prismáticos y la cámara a esperar que pasara. La MariMuy había desayunado allí, y decía que se le había posado prácticamente al lado varias veces. 

Leí en la Peterson que son muy inquietos, sacudiendo constantemente las alas y la cola, y la descripción iba que ni pintada: venga a hacer cabriolas, venga a volar de aquí para allá... pronto descubrimos que era una pareja que no paraba de bailar. Fue muy difícil pillarlos quietos con la cámara, pero algo conseguí. Eran muy nerviosos, me recordaba al celo de algunas aves, pero no creo que estas estén en celo, pues ahora se avecina el otoño, y se supone que tienen que migrar a África, así que puede que estén sólo de paso. Es transahariana y tiene que pasar el invierno en el oeste de África.

Aquí el papamoscas se me posó justo encima.
Lo único que no conseguí verles era la mancha blanca en la frente que se supone que tiene el macho. No sé, lo mismo es sólo en el plumaje de verano y estos ya están mudaditos... ¿Alguien sabe algo? 


Aquí pueden apreciarse las manchas blancas de las rectrices, características del Papamoscas cerrojillo.
Los Papamoscas cerrojillos (Ficedula hypoleuca) son de la familia Muscicapidae. Por si no lo había dicho, son insectívoros, es decir, que capturan la mayoría de sus presas (moscas y demás insectos) volando, lanzándose desde una percha o  buscando entre las hojas. Se supone que es un ave frecuente en robledales y pinares, y menos en encinares, pero lo normal es encontrarlos a 1000-1500m de altitud. También se supone que su distribución mediterránea es fragmentada, ya que se restringe a cadenas montañosas (Sierra Nevada, Sierra Morena, Cordillera Cantábrica, Sistema Ibérico y Central...) aunque por el norte y centro de Europa se distribuye de forma homogénea (esto lo he sacado de asturnatura).



Entre otras cosas, me ha hecho ilusión encontrármelo porque es una especie "especial". El Catálogo Nacional de Especies Amenazadas la cataloga como especie de interés especial (en Extremadura se considera así desde el año 2001) ya que puede verse amenazada por la pérdida y degradación de su hábitat, y  también por el aislamiento de las poblaciones. La IUCN cataloga al Papamoscas Cerrojillo como especie de menor preocupación (LC). Eso quiere decir que si seguimos por el mismo camino, puede verse amenazada, aunque aún no está en peligro peligroso...

Me alegro de haberte conocido, Papamoscas cerrojillo. Un gusto tenerte por estas tierras.


2 comentarios:

  1. Hola Marta! Qué bien te has ilustrado! En Extremadura es un nidificante escaso, restringido al norte de la región, a los robledales más altos de Gredos. Pero durante el paso migratorio postnupcial es muy abundante, pudiendo ser visto por doquier durante septiembre y parte de octubre. Su llegada suele coincidir con la emergencia de las hormigas de alas. No verás ahora individuos con plumaje negro y frente blanca (machos) porque en esta época ya han mudado y ambos sexos son prácticamente similares (es decir, como el de las hembras). Su pariente, el papapamoscas gris, también pasa en en estas mismas fechas...aunque es más discreto. A la vuelta de África es más díficil verlos, así que este es mejor momento con diferencia. Un abrazo!

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  2. ¡Muchas gracias por tu comentario, Atanasio! Y gracias por disipar mis dudas. ¡Qué emoción ver a un migrador que es escasito en España, en la puerta de mi casa! Aunque me parece que han estado aquí sólo el fin de semana... porque no los he vuelto a ver ni a escuchar. En fin, que muchas gracias por pasarte por aquí; es todo un placer, y un honor, saberme visitada por ti :)

    Un abrazo!!

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