Llevaba ya varios meses con antojo de buñuelos, desde que estuve en San Lúcar con la tita Regli y los vi comerse una tortillitas de camarones que sólo tenían camarones...
Y eso me llevó a recordar los buñuelos de bacalao que hacía mi madre, ya que las tortillitas de camarones se hacen con harina de garbanzo y yo aún no puedo tomarla.
El viernes fui a la pescadería a última hora y lo único que tenían era dorada, así que la compré. Luego llamé a mi madre y le pregunté por la receta de mi abuela Celina. Llegamos a la conclusión de que iban a ser unos buñuelos un poco pijos... pero la dorada me había gustado cuando la probé en Navidad, y como me cuesta mucho comer pescado...
El caso es que me han quedado unos buñuelos de muerte, con sabor casero, como si los hubiera hecho mi madre... En fin, os dejo la receta de mi abuela.
Ingredientes:
- -Pescado blanco
- -Una cebollita fresca
- -Un puñado de gambas peladas
- -Harina de arroz
- -Cúrcuma (o colorante alimentario)
- -Perejil
- -Una puntita de nuez moscada
- -Sal
- -Agua templada
- -1 sobre de levadura royal o similar
- -Aceite abundante (para freír)
Elaboración:
- Picar la cebolla y echarla en un bol
- Desmenuzar el pescado (en crudo) y partir las gambas en trocitos
- Condimentar: sal, perejil, nuez moscada, cúrcuma (para darle color) y el sobre de levadura.
- Empezar a añadir harina. Cuando se quede seco, añadir un chorrito de agua templada y seguir mezclando. Seguir añadiendo alternativamente harina y agua hasta que quede una pasta bastante sólida, que al cogerla con la cuchara no se resbale.
- Dejar reposar un ratito.
- Freír en abundante aceite de oliva hasta que se doren.
- Sacar en una fuente con un papel de cocina para que escurran.
¿Gustáis?
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