Este es Ahmed. Los dos primero días me ayudaba a ponerme el chaleco, ajustarme las aletas... el tercer día, en una maniobra de atraque en un arrecife en el que estábamos solos, se ahogó. Willy, el divemaster, estaba con nosotros en la parte más alta del barco, bromeando y explicándonos cosas del lugar, cuando el capitán asomó la cabeza y le dijo algo en árabe ("¡El chico no sale!", nos dijo luego que le había dicho). Willy saltó y bajó corriendo; le vimos coger unas gafas, unas aletas y un jacket con botella y lanzarse a la zodiac con uno de los barqueros, Bunni. Menos de dos minutos después, sacaba a Ahmed, inconsciente, del agua. Estábamos en Egipto, por lo tanto, los helicópteros de salvamento son cosa de ciencia ficción: lo único que pudimos hacer fue llamar a la lancha de salvamento (una zodiac que salió de Sharm) y hacerle la RCP mientras llegaba. Y rezar ,claro. El chico tuvo suerte, pues sólo estábamos a una hora de Sharm, pero según nos contaron, tardó casi tres días en despertarse y se llevó una traqueotomía de regalo. El último día, cuando se hizo la colecta para la propina (que es obligatoria) en vez de hacer dos sobre (la tripu y el divemaster, q van a parte) se hizo un tercer sobre para él, aunque nos aseguró el capitán que no le iban a despedir, aunque se hubiera ahogado en su tercer día de trabajo (ya que era la primera vez que trabajaba en ese barco...). |
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