Después de comer ya había llegado las maletas. Comimos y pudimos colocar nuestros equipos para poder hacer una primera inmersión cerca de Sharm. |
Por fin arrancamos y nos fuimos a remojarnos, después de la angustiosa espera de los equipos que se habían quedado en El Cairo. |
El equipo de los cabrones, con miles de inmersiones a sus espaldas. ¡Un gustazo bucear con tan buena gente, y con tanta experiencia! |
Con Javi también buceé alguna vez antes de ahora. Siempre es bueno conocer de antes a tu pareja y tener alguna inmersión en común, ya que debajo del agua todo es intuición a la hora de comunicarse. |
Este es mi amigo Carlos el Malagueño, que fe mi compi algunas veces (cuando el guía me dejaba, claro). El último día le picó un Pez León, en la última inmersión que hicimos. |
Éramos cuatro chicas. Aquí estoy con Nay y Maibe, repasando las fotos de la última inmersión. |
Y aquí con Nay y Cristinica, con un arrecife y los restos de un carguero naufragado. |
Menudo viaje! Me pudo imaginar lo que disfrutaste! Yo estuve en Hurgada hace unos años y fue una experiencia maravillosa, tanto las inmersiones como todo lo demás que vivimos allí. Feliz año, Marta, que sigas viviéndolo todo con la misma ilusión! Un abrazo!
ResponderEliminarMuchas gracias, Atanasio!! Feliz año para ti también. La verdad es que lo repetiría con los ojos cerrados si pudiese, porque ha sido una de las mejores experiencias de mi vida. Y ya que buceas, lo mismo podemos organizar alguna expedición conjunta, jeje! Un beso!!
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