Una de las aventuras que más me han gustado ha sido recorrer las escuelitas rurales de la zona de Alto Verá, acompañando a mis compañeros de Pro Cosara en su labor de educación ambiental. Y he descubierto que tengo otra vocación más: la fotografía. Me di cuenta de que me resultaba relativamente fácil localizar a quienes eran más fotogénicos, y aunque he comprobado que toda la gente es fotogénica si sonríe, los niños lo son especialmente, supongo que porque son más espontánieos y su risa es más fácil; sólo hay que ser rápida y localizar a los que más lo hacen. Espero que os guste el artículo, y las fotos.
Educación Ambiental en Perlita.
Por qué ellos a diferencia de nosotros no están allí pensando: "quedaré bien o no?" jajaja.
ResponderEliminarEse niño es muy rubito no? Lo traiste tu en el viaje? jaja.
Jeje, Glutoniana, aquí ha habido muchísima inmigración de ucranianos y alemanes desde principios del siglo XX, así que puede encontrarte nenes de todos los colores y sabores...
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