Pedir un medicamento en la farmacia, y como no puedes recogerlo porque tus horarios de clase coinciden con los de ellos, que te lo dejen en el bar de abajo de tu casa.
Que la Boticaria te conozca por tu nombre y te pregunte por las lagartijas menorquinas, y pasarte media hora hablando con ella de lo humano y lo divino.
Salir a pedirle un huevo a tu vecina y terminar quedando con ella para tomar un café con bizcocho.
Salir
a las 11 de la noche al pasillo de tu escalera para pedirle a la señora
Carmen que baje el volumen de su tele atronadora. Llamar tres veces al
timbre. Que, cuando la señora Carmen te abra la puerta te diga: "perdona, hija, es que estaba desnuda".
Cosas que solo te pueden pasar si vives en la urbe.
Qué simpática la señora Carmen!!! ;)
ResponderEliminarA mí siempre me ha gustado el trato cercano con la gente y que te traten con un poquito de cariño!!