Después de una complicada noche por la diferencia de horario con los del curso de bioseguridad (nosotros nos acostamos a las 22h y ellos volvieron con demasiadas ganas de reír a medianoche...) hemos dado un madrugón para llegar al punto de encuentro con los anilladores de chorlitejos.
Hemos bajado a la orilla del río Ripoll a la altura del viaducto y hemos montado las redes en la oscuridad. En seguida el anillador sacó el primero y ns explicó el por qué de su investigación: fenología de muda, éxito reproductivo, puestas de reposición...
Manuel, uno de los profes, recogía malófagos y ácaros y estuvimos buscando en la nuca y bajo las plumas cobertoras hasta que encontramos uno de cada. Él los conserva en alcohol de 98% para hacer estudios de ADN y sacar la taxonomía. Mi método es distinto: los maté con éter y los conservo en alcohol al 35% para montarlos en portas e identificar mediante fotografía.
Las hembras de chorlitejos tienen la cara más marrón y el anillo periocular amarillo mensaje grueso. Sin embargo lo machos la cara es más negruzca y el.anillo periocular amarillo mucho más gordito.
Tras 5 chorlitejos dimos por terminado el anillamiento de éstos bichitos tan simpáticos.
Al volver desayunamos y recuperamos fuerzas antes de abrir las redes de nuevo. Al ratito nos llamó Manu con una polla de agua (Gallinula chloropus) que fue la protagonista de la mañana. Entre todos la anillamos y la medimos, entre picotazos y protestas de la pobre gallineta.
Más tarde vino una chica a.hablarnos de un estudio con avión común (Delichon urbica) y contaminación ambiental en los municipios de Cataluña, muy interesante.
Esta tarde nos espera más montaje de redes en la ribera de la finca y anillamiento a mansalva.
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