jueves, 13 de septiembre de 2012

¡Me voy a Salamanca!


¡La ciudad estudiantil por excelencia! (Bueno, junto con Granada. O eso dicen... ya veremos)

¡Ya tengo las llaves! Dos días en Salamanca, mirando pisos, cada vez más cutres, cada vez más caros... ¡qué desesperación! Auténticos zulos mugrientos, húmedos (¡humedad en Septiembre!), en definitiva, que ni Marie Curie habría vivido allí. Entre ellos sólo se presentaba una opción: una preciosa (y cara) buhardilla en un barrio nuevecito, cerca de la universidad. Pero es que este año no puedo permitirme compartir piso: si ya es difícil convivir con gente que sabe lo importante de la higiene cocineril para mi alergia alimentaria, imaginaos con gente que probablemente pase de mi. Y tras la mala experiencia de Granada, no quiero volver a repetir.

La desesperación empezaba a corroerme, sobre todo cuando el segundo día, cuando había visto ya todos los de particulares y empezaba a ver los pisos que me ofrecían las agencias inmobiliarias, se convertían en inhabitables cuchitriles con decadentes muebles de los años 60, completamente desvencijados, suelos levantados y cocinas diminutas que olían a tabaco.

Y al fin, el término medio, el equilibrio, apareció al final de la mañana. Cerca de la facultad, amplio, luminoso, calefacción central... Los muebles no son de "una conocida tienda sueca", pero están en muy buen estado, tiene parquet y un balconcito desde que que veo las cúpulas de la Ponti y la universidad vieja.

No es la suit de un hotel, pero es aceptable. Y como es un último piso, no voy a tener misteriosas vecinas que usan tacones a las 5 de la mañana, o vecinos aburridos que cambian todas las madrugadas la distribución de sus muebles.

Así que, tras firmar papeles y eso, me di un paseito por la que es, desde ahora, mi nueva universidad. ¡Soy estudiante de la Universidad de Salamanca!



También me entrevisté con mi director de máster, Fernando, un chico muy apañao, que me contó algunos detalles interesantes del nuevo curso, las asignaturas... y que algunos días entraré a las 8 de la mañana para dar Herpetología :( Menos mal que es de las que me gustan...



Las clases las tendremos en el edificio nuevo de la facultad, el Edificio Dioscórides, así que supongo (espero) que la calefacción y el aislamiento sean tan buenos como en Granada, y no tengan nada que ver con las condiciones tercermundistas que he tenido estos dos últimos años en Badajoz (he estado tomando apuntes todo el invierno con guantes, bufanda y abrigo de nieve, con leotardos bajo los pantalones, calcetines polares y gorro, porque tenían la calefacción completamente apagada para ahorrar).


Al fin, empiezo una nueva e interesante etapa de mi vida... más cerca de mi tierra, más parecido (las encinas y el terruño tiran mucho), pero sola al fin y al cabo en una ciudad nueva, con costumbres diferentes y talantes extraños. Los castellanos son recios, dicen. Un carácter seco, pero sólido cuando los conoces. Eso, si los conoces... o eso dicen.




8 comentarios:

  1. Respuestas
    1. ¡Gracias, Lincesa! Empiezo con mucha ilusion,aunque el miedo que va siempre asociado a lo nuevo está ahí...
      -Besitos desde Salamanca!

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  2. ¡Hola! Mucha suerte en Salamanca y saludos de una castellana histaminósica novata (tengo mi diagnóstico desde hace una semana y estoy en pleno proceso de adaptación a la dieta). Yo dí al trigo y a la leche, y me estoy volviendo loca de tanto leer etiquetas y por comer exactamente lo que me dicta la dieta para ese día...en fin, por lo menos ya he aprendido a hacer mi propio pan de maíz y seguro que en este blog aprenderé muhcas recetas ricas y con fundamento ;-)

    Muak!!

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    1. ¡Hola, Ava! Muchas gracias. La verdad es que los primeros meses de histamminosis te parece que te vas a volver loca, y eso que solo tienes que evitar dos cosas...

      Espero que disfrutes de las recetas. ¡Besos!

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  3. Hola! Desgraciadamente no tengo que evitar solo dos cosas, porque aparte del trigo me han quitado cebada, centeno, avena, triticale y espelta. Menos mal que existen harinas de maíz, de arroz y de cosas de las que jamás había oído hablar antes ;-)

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    1. Claro, a mí me ocurrió lo mismo. Pero menos mal que la globalización tiene sus cosas buenas y podemos usar ingredientes de todas partes del mundo.

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  4. ¡Hola! Estoy buscando mudarme, de hecho estaba mirando pisos en Salamanca y no me preguntes como he llegado a tu blog, ¿existen las casualidades? Yo no lo creo ;)
    Lo que cuentas es muy interesante, por cierto, va a favoritos. Me ha gustado mucho, lo que he podido leer.
    Perdona la pregunta, pero, ¿en que enlace encontraste el piso? Es que me estoy desesperando ya porque todo es muy caro, y me vendria genial un poco de ayuda :) Gracias Marta Granadina!

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    1. Hola! Pues realmente no conseguí encontrar nada decente por Internet. Este piso lo encontré después de dos días en Salamanca, en una de las inmobiliarias. No estaba anunciado en ninguna página. Es en la calle de Arriba, en el casco antiguo ya.

      Mi consejo es que vayas en persona con algunos pisos vistos por Internet pero con los ojos abiertos a lo que encuentres allí. A mi me pareció buena zona, sin embargo van dick o la zona de la plaza del oeste no parecen cómodos ni prácticos para vivir, sobre todo por la antigüedad de los pisos y por la cantidad de bares de la zona...

      Espero que tengas suerte.

      Un abrazo!

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