sábado, 6 de febrero de 2010

El Gordito


-Hazte a la idea -me dijo mi padre anoche cuando me recogió en la estación de tren de Sevilla- de que al Gordito le queda poco. Lleva toda la semana con ataques; ya ni puede andar, ni quiere comer. 
-¿Por qué no me lo habéis dicho? -yo estaba más triste que enfadada. 
-Estabas de éxamanes...

Cuando llegué a mi casa, lo primero que hice fue entrar en el lavadero a verlo. Estaba echado en su camita, tapadito con una tela que reocnocí como un torzo de una bata que había sido mía, desmadejado como un muñeco viejo que alguien hubiera perdido. Estaba en los huesos, mucho más delgado que la última vez que lo había visto, en Navidades; había perdido todo lo que había recuperado desde el verano, después de que le diagnosticaran una afección de los riñones irrecuperable. Desde entonces ha estado con medicación diaria y dieta especial, con lo que recuperó algo de peso y la frecuencia de los ataques y desmayos bajó bastante. La veterinaria, cada vez que íbaos a por una caja nueva de Ipakitine, se sorprendía de que aún estuviera vivo; los niveles de creatinina de los análisis eran como para que le quedara una semana de vida.

Pero esta semana había empeorado de gople. Dicen que los animales presienten cuando les va a llegar el momento, y recordé a la Olivita antes de su operación. Estuve acariciándolo mientrase se agitaba y maullaba débilmente, quizás ya agonizando. 

Toda la noche estuve soñando con gatos. Con mis gatos. 

A la mañana siguiente, mi madre vino a despertarme. 

-El Gordito... -en ese momento supe lo que seguía, pero aun así esperé a que terminara de hablar- parece que ha esperado a que vinieras para morirse. Esta mañana me lo he encontrado, y ya estaba frío. 

4 comentarios:

  1. Pobrecito. Estaba muy mayor y aún así ha esperado a que llegaras para despedirse de tí engañando a la muerte día tras día con la astucia de un gran felino.

    Ahora solo tienes que recordar los buenos momentos que pasasteis juntos y ser fuerte para que pase la pena.

    Animo peque.

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  2. Animalico, pero seguro que paso unos últimos momentos muy felices y sin pensar en el sufrimiento cuando vio a su amita con él.

    Saludos y ánimo.

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  3. Si yo fuera un gato, hubiera vivido contigo mejor que con nadie.

    Mucho ánimo desde Jaén.

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  4. Vaya Marta, lo siento mucho... Se que lo quierías muchisimo. Me acuerdo de cuando iba a tu casa, siempre pasaba algun tiempo con nosotras. Y yo siempre te decía que era precioso.
    Pero fijate, lo tienes desde que eramos pequeñas, ha vivido mucho! Y que bien vivía eh?^^ Quédate con eso y con la huella que ha dejado. ÁNIMO mi niña.
    Un besazo enorme.

    Belén

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